Tranquilos todos, que a Gonzalo Fernández-Castaño no se le ha olvidado jugar al golf. No deja de ser una perogrullada iniciar el artículo con esta frase para hablar de un jugador con una trayectoria como la del español, quien hace apenas tres meses se alzaba con un espectacular triunfo ante los mejores del mundo en el BMW Masters, pero en estos tiempos que corren son muchos los que van más allá de la duda metódica de Descartes y se adentran en el terreno de Santo Tomás. El comienzo de temporada en el PGA Tour dista de ser ideal, pero con una muestra tan limitada de torneos, solo dos en 2014 en el circuito estadounidense, no se pueden sacar conclusiones contundentes ni hacer lecturas profundas.
De momento, el madrileño sigue echándole horas, entrenando con ganas y puliendo detalles con Mariano Bartolomé, su entrenador, para afrontar los próximos retos que le planteará el exigente tour en el que ha recalado. Para empezar, Fernández-Castaño juega por primera vez esta semana en una de las «mecas» del golf estadounidense, uno de los llamados «callejones de Hogan» por los éxitos que el mítico golfista logró sobre sus verdes calles, un Riviera Country Club que acoge el antiguo Abierto de Los Ángeles desde 1973. Un par de buenas vueltas, un corte superado, y Fernández-Castaño llegará en condiciones ideales al primer compromiso importante de 2014, un Accenture Match-Play Championship que, pese a las bajas, podría ser un gran trampolín para el resto del año.
Pero antes debe vérselas con sus rivales en el Northern Trust Open, torneo está empapado de tradición y, al margen de los majors, es el cuarto más antiguo del calendario, solo por detrás del actual BMW Championship (el antiguo Western Open), el RBC Canadian Open y el Valero Texas Open.
La tradición se refleja en el señorial recorrido de Riviera Country Club, que además de ser la sede fija del Northern Trust Open acogió el US Open de 1948 ganado por Hogan, dos PGA Championship y un US Senior Open, un par 71 que se defiende de los habilidosos golfistas del circuito con greens pequeños y endemoniados, un objetivo imposible si sopla el viento en el campo californiano.
Defiende el título John Merrick, que el año pasado se convirtió en el primer angelino en ser profeta en su tierra en 87 años de historia del torneo, después de imponerse en a ansioso Charlie Beljan. Entre sus rivales más cualificados, Jimmy Walker llega con otro triunfo en el morral después de ganar en Pebble Beach (lleva tres victorias en ocho torneos) y encabezará a una lista de rivales cualificados entre los que están Matt Kuchar, Jordan Spieth, Graham DeLaet, Webb Simpson, Dustin Johnson, Jim Furyk, Keegan Bradley, Jason Dufner, Hunter Mahan o Bill Haas.
Entre el contingente extranjero, no son pocos los que han decidido acudir a Riviera como preparación para el compromiso match-play de la semana que viene, empezando por Fernández-Castaño y siguiendo por un recuperado Justin Rose, Ian Poulter, Nicolas Colsaerts, Thorbjorn Olesen, Charl Schwartzel o tres europeos que han pedido una invitación al patrocinador, Victor Dubuisson, Joost Luiten y Francesco Molinari.
Por último, cabe recordar el compromiso de la organización del Northern Trust Open con la diversidad y la invitación que hace todos los años a un jugador de un colectivo minoritario (una exención que, extraoficialmente, recibe el nombre de Charles Sifford Exemption en honor al primer jugador negro que jugó en el PGA Tour). En esta ocasión, el receptor de la invitación es el afroamericano Harold Varner III, primer golfista de la universidad de East Carolina en ser nombrado golfista del año de la Conferencia Estadounidense y que jugará este año en el Web.com Tour.
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