Después del desembarco europeo, el PGA Tour vuelve al continente americano al club más antiguo del continente, el Royal Montreal Golf Club, que acogerá el RBC Canadian Open, un torneo con casi cien años de existencia. Allí estará Gonzalo Fernández-Castaño junto a parte de la armada estadounidense que se plantó en Royal Liverpool para intentar la conquista del tercer major de la temporada.
El Royal Montreal Golf Club es un par 70 no excesivamente largo y diseñado para permitir tanteos altos, algo ue unido a las buenas previsiones climatológicas permite a muchos de los que se trasladan hasta Canadá soñar con tarjetas generosas y opciones reales de imponerse esta semana.
Eso es lo que todos esperamos que consiga Gonzalo Fernández-Castaño. Después de no pasar el corte en el Open Championship, el madrileño ve como las opciones de conservar la tarjeta del PGA Tour se complican cada vez más. A día de hoy le quedan tres torneos para subir los trece puestos que le separan de los playoff de la FedEx Cup, algo que debe empezar a fraguarse con una buena actuación en Canadá. Aunque el momento psicológico es delicado y el propio Fernández-Castaño afirma que lleva el swing cogido con alfileres, la ausencia de muchos de los pesos pesados del circuito y el enorme trabajo y sacrificio que está realizando el español invitan al optimismo. Sin duda, Canadá sería la ocasión ideal para que ese esfuerzo dé sus frutos. Qué mejor momento que ahora, cuando más lo necesita.
En cualquier caso, hay que señalar a varios jugadores como posibles favoritos, entre ellos el último ganador del torneo, Brandt Snedeker. El estadounidense no estuvo fino en Royal Liverpool, pero terminó noveno hace tres semanas en el US Open y undécimo hace dos en el Travelers. Además, a día de hoy, se encuentra lejos de las posiciones que le permitirían jugar en septiembre la Ryder Cup y esta sería una buena oportunidad para ganar terreno.
El que si bordó su juego en Inglaterra fue Jim Furyk, que tras su cuarto puesto en el Open se presenta en el RBC Canadian Open como el máximo favorito a llevarse el triunfo final en un torneo que ya ha ganado dos veces. Furyk está demostrando una fiabilidad a prueba de bombas y lleva nueve top 20 en sus últimas diez salidas, un valor seguro.
Charl Schwartzel, Graeme McDowell y Dustin Johnson son otros de los que se lucieron en el Open Británico. El sudafricano terminó séptimo y fue de los pocos que no realizó ninguna ronda por encima del par del campo, y con respecto a Dustin Johnson, aunque se desarmó un poco en la última jornada, tuvo el putt afinado en casi todo el torneo y en este campo, donde es probable que coja bastantes greenes, será fundamental.
Por su parte, McDowell dejó un gran sabor de boca en Inglaterra, sobre todo a partir de la segunda jornada, cuando fue poco a poco ajustando el juego hasta terminar con los 67 golpes del domingo, eagle en el 18 incluido. Además, viene de conquistar hace dos semanas el Open de Escocia, y aunque no es el mismo tipo de campo, está claro que McDowell está en un pico de forma alto y puede aprovecharlo perfectamente en Canadá.
En total se repartiran 5.700.000 dólares en premios en un torneo encuadrado dentro de los últimos coletazos de la temporada regular antes de meternos de lleno en los playoffs de la FedEx Cup.
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