A la segunda fue la vencida. Después de rozarlo la semana pasada, Gonzalo Fernández-Castaño consiguió su sexta victoria en el Circuito Europeo gracias a una genial vuelta final de 64 golpes (-8) en el BMW Italian Open con la que doblegó al líder tras 54 hoyos, Garth Mulroy. Fue una jornada de domingo perfecta, pateando a un altísimo nivel y sin cometer apenas fallos en una situación muy similar al match play, un formato en el que el madrileño se siente cómodo.
Meses atrás puso en apuros al mismísimo Tiger Woods en la primera ronda del WGC-Accenture Match Play y curiosamente, tras quedarse fuera de la competición match play por excelencia, la Ryder Cup, ha salido la mejor versión de Fdez-Castaño. «No meterme en la Ryder Cup fue una decepción. Tenía una victoria, dos segundos puestos y un tercero y no ha sido suficiente. Es duro. Tienes que jugar bien en los torneos importantes y no lo he conseguido. He hablado con Olazábal mucho sobre la Ryder Cup. Ahora me río de ello pero no ha sido fácil».
La semana pasada partió colíder en el KLM Open en la última jornada pero no pudo ser y terminó quinto. Siete días después remató el trabajo con una gran victoria con un -24 total en un domingo en el que Mulroy no le dio ninguna facilidad hasta los dos hoyos finales. «Sólo necesitaba sacar la Ryder Cup de mi cabeza y ha sido lo que he hecho esta semana. Cambié mi calendario porque suelo viajar los martes pero esta semana llegué el miércoles principalmente porque quería ver cómo mis hijos comenzaban el colegio».
El orgulloso papá podrá decirles a sus hijos que ya tiene dos victorias en Italia, un reducto que, entre otros, se le había resistido a Severiano Ballesteros y Txema Olazábal. Empezó con birdie para dar caza a Mulroy pero un par de birdies de su compañero de partido le situaron dos golpes por detrás. La situación empeoraba cuando se metía de por medio Nicolas Colsaerts con un eagle en el 8, hoyo en el Gary Boyd conseguía un albatros desde la calle con su hierro 6.
El belga no aguantaría arriba mucho tiempo y en los nueve segundos se vivió un precioso mano a mano entre Gonzalo y Mulroy. Cara a cara. Rivalidad máxima pero con sonrisas entre ambos. Felicitándose golpes, dando ejemplo. Pura clase. Llegaban al 17 empatados en -23 y Mulroy cometía el segundo fallo del día con un bogey que permitía al español salir con un golpe de ventaja al 18. A pesar de fallar su salida un poco a la derecha, Gonzalo pegó un sensacional segundo golpe al centro de green con el que se dejaba opción de eagle y un birdie casi hecho.
Además, tuvo un efecto automático en Mulroy, que falló a bunker un golpe mucho más corto del de Gonzalo desde el centro de la calle con el que practicamente servía en bandeja de plata la victoria al madrileño. Se meterá con ella entre los 35 primeros del mundo.
Pablo Larrazábal y Rafa Cabrera-Bello lo intentaron pero no pudo ser. Sabían que había que hacer vueltas muy bajas y sus tarjetas de 69 golpes (-3) y 70 (-2) no fueron suficientes. Concluyeron en los puestos quinto y noveno, respectivamente. Olazábal se despidió con un soberbio 65 (-7) para subir hasta la sexagésimo tercera plaza mientras que Jorge Campillo (74 golpes) fue septuagésimo primero e Ignacio Garrido (68) concluyó en la septuagésimo segunda posición.
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