Le tiene cogida la medida Graeme McDowell a los campeonatos mundiales y sobre todo al HSBC. A los terceros puestos sumados en las dos últimas ediciones del WGC-HSBC Champions, el norirlandés añade ser el único que ha terminado dentro del top 10 en todos los WGC de la temporada, y esta vez tiene pinta de que va seguir su idilio con estos torneos.
En un campo que, tal y como indicaba Rose en la rueda de prensa del miércoles, ha cambiado bastante respecto al año pasado, nadie ha sabido leer mejor los recovecos y las ángulos que McDowell, que tras los primeros nueve hoyos llevaba apuntados cinco birdies en la tarjeta acabando con 31 golpes la primera parte de su recorrido. Aunque el norirlandés empezaba desde el hoyo 10 y se enfrentaba a la zona más accesible del campo, el viento en contra en muchos de los tramos dejaba hoyos más largos de lo que tenían los caddies en sus cálculos iniciales, con lo que las distancias empezaban a resultar engañosas.
A McDowell esto le daba igual. Aplicando el teorema Molinari por el cual se trata de caer a calle e ir a green, el norirlandés se iba engullendo el campo sumando otros dos birdies más en los hoyos 2 y 3 de la segunda parte del recorrido, hasta que llegó al par cuatro y la máquina se gripó sumando el primer bogey del día en su tarjeta. De ahí hasta el final el plan continuaba bien hasta que en el hoyo 8, un par cinco de 551 metros, McDowell cometía su primer error desde el tee y no cogía calle. Exacto, han leído bien, hasta ese momento había cazado todas las calles del Sheshan International GC y ese único error le costó el segundo bogey del día. Tarjeta final de menos cinco, liderato y claramente feliz por sacar un resultado tan bueno en un campo que se ha complicado mucho.
“Este año está difícil si no coges calles. El rough penaliza mucho y todo se complica si no llegas a green. La clave es salir bien con el drive y yo creo que lo he conseguido, ademas he jugado bien con el putt”, señalaba un satisfecho McDowell que se queda en solitario en la cima del torneo, aunque a dos golpes de un grupo de seis jugadores y a tres de una jauría de once hombres.
Rickie Fowler, que parece totalmente recuperado del varapalo sufrido en la Ryder Cup, Brandt Snedeker, Chris Kirk, el sudafricano Tim Clarke, Tommy Fleetwood y Martin Kaymer componen el sexteto que acecha al norirlandés desde la segunda posición. Parece que Snedeker está recuperando el nivel tras una temporada mediocre, mientras que Kaymer recoge los frutos del merecido descanso tras la Ryder. Atención también a Chris Kirk, que en cualquier momento es capaz de enganchar una racha de siete u ocho birdies que le lleve directo a la cabeza.
Entre los españoles Sergio García es el mejor clasificado aunque no ha tenido su mejor día. El de Borriol no se ha encontrado a gusto en el campo y, aunque empezaba con birdie al 10, ha pagado su poco acierto con el putter y el resultado es que en el resto del recorrido Sergio no firmó ni un birdie más. Por el contrario, se agenció bogeys en los hoyos 15, 2 y 4. Cuadragésimo segundo puesto para Sergio con un acumulado de más dos en la tarjeta.
Mal día para Pablo Larrazábal y Miguel Ángel Jiménez. El catalán terminaba quincuagésimo sexto tras firmar 75 golpes, un más tres consecuencia de los tres bogeys, dos dobles bogeys y cuatro birdies firmados. Jiménez ha sumado tres golpes más a su tarjeta, acabando con 78 (+6) y ubicado en la septuagésimo primera posición.
Resultados y clasificación de la primera ronda del WGC-HSBC Champions
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