Decía el gran Muhammad Alí que, a pesar de no haber cogido un palo en su vida, era el mejor jugador de golf de la historia. Ese debe de ser el nivel de confianza con el que anda Horschel ahora mismo. Después de estar peleándose durante el grueso de la temporada para entrar entre los 125 mejores del ranking FedEx y lograr una plaza en The Barclays, el estadounidense llega al TOUR Championship, último playoff de la FedEx Cup, liderando la prueba y eso después de lograr de manera consecutiva un segundo puesto en el Deutsche y una victoria en el BMW la semana pasada.
Horschel ha vuelto a mostrar músculo y de nuevo ha depositado su confianza en el putter, que más que un palo empieza a parecerse al báculo del mago Gandalf. Veinticuatro putts ha necesitado para completar la ronda, un buen número pero que sumado a que únicamente ha cazado la mitad de los greenes empieza a convertir el palo más pequeño de la bolsa del estadounidense en un animal mitológico que anda paseando por el East Lake Golf Club.
No sabemos si su próxima paternidad y las ganas de asegurar ya el futuro del crío con los 10 millones de dólares que tiene a su alcance son la motivación del estadounidense, pero el segundo 66 (-4) consecutivo de ayer le deja como líder en solitario con dos golpes de ventaja sobre un trío bastante poderoso formado por Chris Kirk, Jason Day y Rory McIlroy.
Kirk, que lidera el ranking de la FedEx Cup, ha terminado con un 68 (-2) mientras que Jason Day, que tuvo que retirarse la semana pasada, ha vuelto para dar guerra de nuevo y ha repetido el resultado de la primera jornada, un 67 (-3) que pudo mejorar si no hubiera errado el putt de dos metros para par en el último hoyo.
Por su parte Rory McIlroy ha ejercido de número uno del mundo y con seis birdies y un bogey hacía la vuelta más baja del día con 65 golpes (-5). Esto tampoco es señal de nada porque desde que encadenara su mágico trío de ases (Open Championship, WGC y PGA Championship) el norirlandés ha vuelto a tener una ronda por torneo mala que le alejaba del triunfo, algo que parecía cosa olvidada en los albores de la temporada pero cuyos síntomas han vuelto a aparecer.
De momento, Rory saldrá el sábado emparejado junto a Billy Horschel al igual que ocurriera por dos veces en 2007 en la Walker Cup. Entonces, las victorias individuales se repartieron y esta ronda del sábado se presenta espectacular y un buen momento para buscar revancha. Ambos andan en racha, con la bolsa ardiendo, un título en juego y cuentas pendientes; si lo coge un guionista de Hollywood hace un taquillazo con Brad Pitt.
Después del -1 del jueves, Sergio García se ha desinflado un poco y se ha ido a casa club con 71 golpes (+1) para terminar al par del campo en el agregado. El de Borriol llega con la gasolina justa al final de la temporada y además no le está funcionando el putter que durante la temporada había sido, probablemente, su mejor aliado. Sergio está necesitando casi dos putts cada vez que consigue un green en regulación y en los cuatro bogeys firmados hoy el problema lo ha tenido en los greenes, incluso quedándose corto con el primer golpe y dejándose un putt comprometido en alguno de ellos. Al final, Sergio se sitúa a ocho golpes de la cabeza en la decimocuarta posición, un poco en tierra de nadie pero con la calidad de Sergio podemos esperar una heroicidad en los dos días que quedan.
No queremos terminar sin comentar que hay quién dice que en la casa de Tom Watson se escucha constantemente a alguien en el baño sollozar. No es para menos: Horschel primero, Kirk segundo y Ryan Palmer quinto fueron sus descartes para elegir a Keegan Bradley, Webb Simpson y Hunter Mahan. Bradley no está en Atlanta y Simpson y Mahan andan en el fondo de la clasificación, y encima Sergio le dice a Palmer que se alegra de que no esté en el equipo de la Ryder. Mientras, McGinley con una pinta en la mano.
Resultados y clasificación de la segunda ronda del TOUR Championship by Coca-Cola
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