Ya están todas las cartas sobre la mesa. Hunter Mahan, Keegan Bradley y Webb Simpson son las tres elecciones de Tom Watson para completar el equipo estadounidense de la Ryder Cup. Watson ha decidido minimizar los riesgos y se ha decantado por la experiencia del trío dejando fuera a Chris Kirk, número uno de la FedEx Cup y reciente ganador del Deutsche Bank. El otro gran perjudicado es Brandt Snedeker, que en los dos últimos torneos, sobre todo la semana pasada, ha visto como su juego le abandonaba en el momento más importante de la temporada, tanto para seguir adelante en los playoffs como para convencer a Watson de que necesitaría su putter en Gleneagles.
De este modo, el capitán del equipo estadounidense cierra un equipo de bastantes garantías tras una temporada con demasiadas sorpresas y problemas. Hemos de recordar que, por una razón u otra, Watson ha tenido que prescindir de Tiger Woods, Jason Dufner, Dustin Johnson y Steve Stricker, cuatro jugadores que se encontraban en las quinielas de todos al principio del ciclo en el que se empiezan a sumar puntos para el equipo. Estas bajas sensibles, unido a que tres de los nueve jugadores que entran directamente por puntos, como son Patrick Reed, Jordan Spieth y Jimmy Walker, se estrenarán en la competición este septiembre, en un entorno hostil, ante un equipo europeo fuerte y que se ha impuesto en siete de los últimos nueve enfrentamientos, han hecho que Watson se decantara por lo seguro.
De momento, los tres empezaron con buen pie en los vídeos motivadores que se exhibieron en la gala de elección y, muy al estilo americano, dieron mensajes a la audiencia en los que se hablaba de “redención”, de librar batallas y de la importancia a nivel personal que había tenido la llamada de Watson para cada uno. Mahan recordaba su última participación en 2010 cuando perdió el punto decisivo con McDowell comentando que “la sensación de perder todavía perdura. Fue hace cuatro años pero parece ayer. Recuerdo salir del green y todo el mundo vivía una gran fiesta y yo tenía que recorrer como 550 metros hasta la casa club” en alusión a sus ganas de revancha. Por su parte Bradley dejaba claro que no era un secreto “lo mucho que quiero ganar la Ryder Cup. Es un año de redención para muchos de los que estuvimos en el equipo hace dos años”, explicaba, que de esta manera desenterraba definitivamente el hacha de guerra.
Más allá de eso, el capitán del equipo daba las razones de su elección señalado a Mahan como un jugador capaz de dar lo mejor y brillar cuando de matchplay se trata, mientras que de Bradley apuntaba su pasión por la competición y su récord de 3-1, incluido el 3-0 formando pareja con Mickelson en Medinah, un evento en el que Bradley salió definitivamente reforzado como jugador Ryder. Sobre Simpson también quiso hacer hincapié en su gran actuación en Medinah donde, junto a Bubba Watson, cerró un tanteo de 2-1 para el equipo yanqui.
De las tres elecciones, únicamente Mahan ha jugado en más de una Ryder cup. Concretamente, esta será su tercera participación tras la victoria en Valhalla en 2008 y la derrota de 2010 en Celtic Manor. Tanto Simpson como Bradley se estrenaron hace dos años en Medinah con grandes actuaciones que al final no sirvieron para lograr el triunfo que se llevó Europa en una remontada histórica.
Con todo esto el equipo que Watson presentará en Gleneagles estará formado por Rickie Fowler, Jim Furyk, Zach Johnson, Matt Kuchar, Phil Mickelson, Patrick Reed, Jordan Spieth, Jimmy Walker, Bubba Watson, Hunter Mahan, Keegan Bradley y Webb Simpson. Siete de ellos ya estuvieron juntos en Medinah y Watson ha confirmado que probablemente Keegan Bradley y Phil Mickelson volverán a jugar juntos así como Webb Simpson y Bubba Watson. Veremos si la fórmula mágica de Medinah para foursomes y fourballs que se inventó Davis Love III funciona en Escocia. De momento, ya están todas las cartas sobre la mesa y hay que esperar tres semanas para ver el desenlace final.
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