A falta de hora y media para la conclusión del Senior PGA Championship, parecía que el primer major del año para los jugadores de más de 50 años se iba a dirimir en un mano a mano entre Jay Haas y Kenny Perry. Sin embargo, finalmente se vivió una de esas tardes mágicas en golf que vemos de vez en cuando y que siempre deja a vencedores y vencidos. La cara amarga se la llevaron ambos americanos, que vieron cómo un desconocido Kohki Idoki se hacía con la victoria con un contundente 65 final (-6) que pasó completamente por encima del resto de sus impotentes rivales.
Perry empezaba la jornada final en Bellerive Golf Club con un liderato de dos golpes que le permitía soñar con lograr su primer Major tras quedarse a las puertas en dos ocasiones cuando competía habitualmente en el PGA Tour. Parecía estar manejando la situación hasta que en el hoyo 13 un doble bogey hacía saltar las alarmas. Con ese tremendo fallo se ponía al par en el día dejando inservibles los birdies tempraneros con los que abrió el domingo. Antes de este varapalo lideraba por tres golpes a falta de seis hoyos, pero de repente, de un plumazo, abandonaba la primera plaza de la clasificación en favor de Idoki.
El japonés, jugador que lideró las estadísticas de calles cogidas en el Japan PGA Tour durante una década, seguía a estas alturas con una tarjeta libre de fallos. Había completado con cuatro birdies los nueve primeros hoyos y ni este fulgurante comienzo le había permitido alcanzar a Perry. Y recibió la noticia del fallo de su rival haciendo otro más en el 14 para ponerse al mando de la clasificación en solitario, más aún cuando saldó su paso por el último par 5 del campo, el 17, con un nuevo acierto.
Minutos después, sus ojos se llenaban de lágrimas sabiéndose vencedor. Ni Perry, descartado tras fallar en dos hoyos más antes de acabar su vuelta con 72 golpes (+1), ni Haas (70) y sus dos birdies consecutivos finales evitaron la victoria nipona por dos golpes de ventaja.
Era su primer viaje a Estados Unidos y desde luego, la experiencia no pudo ser más grata. «No puedo imaginar nada mejor. Ganar es una de las cosas más grandes de este deporte», aseguraba el campeón con la ayuda de un traductor. La victoria le da derecho a jugar un año en el Champions Tour pero no parece que los planes de Idoki pasen por hacer las maletas muy a menudo. «Prefiero estar en Japón», concluía el nipón tras conseguir la que es su quinta victoria como profesional.
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