Aunque su actual encarnación es joven, El Prat es un club histórico y en su palmarés figuran golfistas sin cuya presencia sería imposible entender la evolución del golf en nuestro país. La familia De la Riva es una de ellas y lleva tres generaciones adjudicándose títulos en los predios del Real Club de Golf El Prat. Hasta la fecha todas las victorias de los De la Riva habían sido en el campo antiguo, ya desaparecido por la ampliación del aeropuerto, pero Eduardo de la Riva Bonny podría volver a llevar su ilustre apellido al palmarés de un torneo en la nueva ubicación.
De momento, el barcelonés ha arrancado con un espectacular 66 sin bogeys en la primera vuelta del Open de España, un resultado que le sirve para compartir la segunda plaza del torneo con el sudafricano Darren Fichardt (el único que jugó en el turno de tarde) y el inglés Tommy Fleetwood, a un solo golpe del líder, Trevor Fisher Jr., ganador esta temporada del Africa Open.
Un inicio eléctrico, con -4 en tres hoyos y un eagle desde la calle en su primer compromiso, disparaban al barcelonés en la clasificación y le permitían afrontar con brío el resto de la vuelta. Aun así, el barcelonés se mostraba muy precavido.
«En este campo no te puedes confiar aunque empieces bien, la puedes liar en cualquier momento. Estoy muy contento, no he hecho ningún bogey. Conozco perfectamente el campo y eso ayuda, pero es muy difícil hacer seis bajo aquí», explicaba De la Riva. «El campo está duro, con el calor que está haciendo han regado más, pero por las tardes, si sopla el viento, va a estar muy duro, creo que el resultado final llegará a doble dígito».
En cabeza aparece un líder inesperado, dado que Fisher Jr. apenas tuvo tiempo de prepararse para el torneo después un largo viaje desde Sudáfrica y apenas jugó nueve hoyos. Pese a ello, el ganador del Africa Open en marzo se comportó como un auténtico veterano y despachó su vuelta con un espectacular 65 en el duro recorrido barcelonés.
«He pegado uno o dos golpes descontrolados pero seguí mirando hacia delante, la clave para cualquier buena vuelta de golf», resumía el sudafricano, que gracias a la victoria en su país puede jugar el calendario completo del circuito. «Es genial estar aquí. Ahora puedo jugar el calendario completo y es estupendo competir con algunos de los mejores jugadores del mundo».
Entre los españoles también destacan las actuaciones de Adrián Otaegui, séptimo con -4 después de enderezar una vuelta repleta de altibajos en su inicio, y las de Álvaro Quirós y el amateur Mario Galiano, undécimos con -3. También bajo par figuran José Manuel Lara y Alfredo García Heredia, decimoséptimos con -2, Pablo Larrazábal, Jordi García Pinto y Nacho Garrido, trigésimos con -6. Miguel Ángel Jiménez, defensor del título, finalizaba al par del campo y se marchaba con la sensación de haberse dejado muchos birdies en el campo.
«Hemos tenido un tiempo magnifico, estaba para hacer varias bajo par, en los pares cinco se llega y el campo está muy bien. Todo pintaba bien hasta que dejó de pintar», recapitulaba Jiménez, que no se sentía presionado por defender el título. «Me gusta la presión, pero a veces te centras demasiado en el resultado y no en el golpe, ese es el peligro. Quizá a veces empujamos demasiado y eso tiene el efecto contrario del que buscas».
En el turno de tarde, la influencia creciente de la poa y el endurecimiento progresivo de los greens a medida que avanza el día ha hecho que los jugadores vespertinos hayan sufrido más que los matutinos, como le ha sucedido al castellonense Sergio García, principal favorito al título después de su segundo puesto de la semana pasada en The Players. El de Borriol acababa con un duro +3 fruto, fundamentalmente, de un divorcio absoluto con el putter.
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