Hay que reconocer que está poniendo todo de su parte J.B. Holmes para llevarse su primer WGC. En un día en el que el viento y la lluvia se han presentado con toda la familia, volviendo a dejar el torneo con un promedio de golpes por encima del par, el bombardero de Kentucky se las ha arreglado para incrementar su ventaja hasta los cinco impactos con respecto a los segundos clasificados y con una sola vuelta pendiente.
Con todos los problemas climatológicos, esta ronda del sábado ha sido una especie de circo de los prodigios. Por un lado, en menos de veinte minutos Dustin Johnson y Holmes conseguían dos hoyos en uno en la misma bandera (hoyo 4) y con prácticamente el mismo vuelo y recorrido en la bola. Si los hubieran emitido superpuestos hubieran entrado prácticamente a la par. Pero es que estos eagles fueron solo parte de una colección de cinco que se completó con los de Luke Donald, Louis Oosthuizen y Rickie Fowler. Estaba claro que algo se cocía en el ambiente y ahí apareció J.B. Holmes para demostrar que esta semana juega en otra liga.
Al paso por el 12, Holmes había perdido casi toda su renta y sacaba un solo golpe a Dustin Johnson tras los tres bogeys acumulados y el hoyo en uno del 4. El viento y la lluvia arreciaban y todo parecía indicar que los pesos pesados del circuito iban a tomar la delantera en la recta final del torneo, pero Holmes tenía otros planes. Sacó a relucir las dos armas fundamentales que le valieron para igualar el récord del campo en la primera ronda, esto es, un drive largo y preciso y un putter mortal que le entregaron en bandeja cuatro birdies consecutivos entre los hoyos 14 al 17. Un tramo en el que se gustó con salidas desde el tee de más de trescientos metros y putts de tres y medio tensos que entraban por todo el medio, como si fueran de centímetros. Poco importaba el bogey en el 18 porque el trabajo ya estaba hecho y su 70 (-2) le dejaba con cinco golpes de ventaja sobre Dustin Johnson y Bubba Watson, ambos empatados en la segunda posición.
“No voy a cambiar mi estrategia. Hay que ser paciente, hacer pares y minimizar los errores. En este campo puedes hacer unos cuantos birdies o unos cuantos bogeys muy rápidamente”, explicaba el estadounidense, que a pesar de esta tercera ronda cuando salga desde el tee del uno este domingo debería decirle a su caddie que le recordara a lo largo del recorrido los nombres de Charl Schwartzel, Martin Kaymer o Jimmy Walker, todos ellos líderes en la última ronda con ventajas similares este año y que terminaron perdiendo el torneo.
Por su parte, Sergio García ha vuelto a realizar una gran vuelta, siendo de nuevo de los pocos que consiguió bajar del par al Blue Monster de Doral. El castellonense empezaba muy bien con tres birdies en los seis primeros hoyos pero a medida que el tiempo empeoraba Sergio encontraba cada vez más dificultades para mover la bola con precisión y cada vez que caía al rough las cosas se complicaban. Salió del 9 y del 11 con bogey, para volver a cerrar un birdie que se dejaba dado tras un excelente segundo golpe en el 16, pero en el 18 repetía bogey tras una escapada con el segundo golpe que le dejaba la bola tal y como nos mostró nuestra compañera Irene Acosta por twitter.
Asi estaba la bola de Sergio en el 18 @Cronicagolf pic.twitter.com/D5B3qx9BGT
— Irene Acosta Plata (@ireniika) marzo 7, 2015
“Hemos empezado bien, en un día difícil en el que el viento ha cambiado completamente y se está jugando diferente a los dos primeros días, pero luego ha sido una pena el haber hecho un bogey aquí y allá pero en las condiciones en las que se ha jugado era normal”, explicaba a nuestra compañera Irene el de Borriol, al que su 70 (-1) final le permite subir al octavo puesto. Eso sí, con un acumulado de menos tres y a ocho golpes de la cabeza tendrían que pasar muchas cosas para que Sergio se llevara el triunfo.
Resultados de la tercera ronda en el WGC-Cadillac Championship
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