Otros dos “emigrantes” españoles, Jacobo Pastor y Manuel Quirós, se han asegurado un puesto de trabajo para la temporada 2013 en la primera manga de la escuela de clasificación del PGA Tour Latinoamérica recientemente finalizada en Perú… aunque en el volátil mundo del golf profesional que dispongan de una tarjeta en un circuito no implica necesariamente que vayan a ganarse el sustento.
Aun así, los 15 torneos que conforman el calendario completo del PGA Tour Latinoamérica cuentan con una bolsa de 150.000 $ que se suman al aliciente de luchar por las cinco plazas en juego para el Web.com Tour, puerta de acceso casi única a partir de ahora hacia el PGA Tour. Sin duda, una alternativa más que interesante para los dos españoles pese a la lejanía del continente americano.
El más joven, Jacobo Pastor, afrontaba su primera escuela de clasificación después cuajar una gran temporada como amateur y haberse graduado el pasado diciembre en la Charleston Southern University, donde ha cursado estudios los últimos años y ha defendido los colores de los Bucs. Una vez conseguido su objetivo, Pastor concede su primera entrevista poco antes de coger el vuelo que le traerá a España.
Pese al éxito logrado, en su discurso no hay sitio para la complacencia y es consciente de lo que tiene que mejorar para sus próximos compromisos.
“La verdad es que no le he pegado nada bien a la bola y en cuanto me descuidaba saltaban los hooks con todos los palos, pero me agarré b ien. El tercer día fue dramático, pero me fui salvando hasta que hice un doble bogey en el 13 después de irme a los árboles de salida e intenté jugar un tiro que no tenía sentido desde el rough. En el 14 metí un putt largo, en el 15 cogí el green de uno y saqué el birdie y en el 18 conseguí otro birdie que me tranquilizó bastante, ya que había acabado al par en mi peor día”.
El amateur madrileño había salvado una situación muy complicada, ya que con el doble bogey mencionado estuvo a punto de abandonar el top 20 que otorgaba la tarjeta. Sin embargo, después de la remontada de la tercera jornada aún tenía que salvar el compromiso del último día.
“El viernes, en la última jornada, salí un poco nervioso al principio, y en el 3 tuve un poco de mala suerte con un bote duro. A continuación, en el 4 hice un bogey muy tonto y luego me costó aprovechar las oportunidades. Por suerte, estuve bien en general con los putts de metro y algo hacia el hoyo, en el 9 hice un par que fue importante y luego el birdie en el 12 me dejó muy tranquilo, para rematar al final en el 17 y 18”.
Una vez superado el trance, los hechos parecían dar la razón a Pastor, que prefirió el campo limeño de La Planicie al estadounidense de Sebring, en Florida.
“El campo era raro (con algunos doglegs muy pronunciados y algunos out internos que imponían), la bermuda tenía mucho pelo y pateando cuesta arriba había que pegarle fuerte, pero las condiciones de juego no fueron excesivamente duras al margen de la humedad. Aun así, estoy acostumbrado a jugar en Charleston y no la he notado demasiado”.
“En Perú había menos gente, y aunque buenos jugadores hay en todos lados, si te quitan 20 jugadores del field eso que tienes ganado. Además, tenía vuelo directo a Lima y no había que desplazarse tanto; para ir a Sebring tenía que volar a Miami y luego eran dos horas en coche. Vi los campos y el de Florida tampoco tenía una pinta espectacular. También decidí venir aquí por hacerme a la idea de cómo iba a ser el circuito, porque la mayoría de los jugadores serán latinoamericanos”.
En el plantel del torneo algunos conocidos con experiencia en Europa (Marco Ruiz, César Monasterio, David Vanegas) y muchos latinoamericanos jóvenes, con los que compartirá hoteles y vueltas de prácticas a partir de ahora. De momento, los rectores del PGA Tour Latinoamérica ya les han dado las primeras charlas.
“El viernes tuvimos una reunión en la que nos explicaron el calendario, las ventajas que tenemos por ser miembros del PGA Tour Latinoamérica y luego cuestiones como el ritmo de juego y cosas así. Con mi tarjeta puedo preparar el calendario sabiendo que entro en todos los torneos, algo que me da mucha tranquilidad”.
Ahora, ya en España, toca preparar la documentación que le ha solicitado el PGA Tour Latinoamérica y “pasarse a pro” presentando la carta correspondiente ante el Comité de Profesionales de la RFEG, algo que hará este mismo mes. Además, Jacobo se reunirá en breve con la Federación de Golf de Madrid, entidad que ha expresado su voluntad de apoyarle en la temporada que comienza. Poco después tendrá que volver a cruzar el charco, ya que la temporada empieza en marzo.
“Me iré a Estados Unidos el 1 de marzo, a Charleston, ya que quiero ir a ver a mi entrenador (que también lleva a William McGirt, jugador del PGA Tour) porque me noto raro y quiero que me eche un buen vistazo. Jugaré los dos torneos de México (el Abierto de México, que abre la temporada, es el 11 de marzo) y luego veré que hago, ya que hay 25 días hasta el siguiente”.
“Lo bueno es que gracias a la tarjeta tengo las mismas ventajas que un jugador del PGA Tour, con lo que puedo entrenar y jugar todo lo que quiera en los campos TPC de lunes a jueves. A dos horas de Charleston tengo el TPC Myrtle Beach, donde ya he jugado en un torneo universitario, y puedo plantearme la posibilidad de hacer un viaje para entrenar a fondo”.
“En principio no tengo idea de establecerme en ninguna «base» fija. Entre abril y mayo se juega todas las semanas menos una e iré de un país a otro. La semana que tenga libre volveré a Charleston para entrenar”, explica el jugador del RACE.
Tiene claro que va a jugar el calendario completo, aunque el PGA Tour Latinoamérica para entre junio y septiembre, periodo en el que Jacobo Pastor podría volver a Europa para jugar en el Challenge Tour si consigue invitaciones o se puede plantear otras alternativas. Pero quiere defender su tarjeta con uñas y dientes.
“La gente del PGA Tour Latinoamérica nos ha dicho que en junio se hace un «reranking» completo entre los 40 que hemos conseguido la tarjeta completa y los 40 que tienen la tarjeta condicional, con lo que hay que jugar bien al principio para no perder opciones de cara a entrar en los torneos de la segunda mitad de año”.
“Además, aún no se sabe el cupo exacto pero se rumorea que va a haber 10 plazas disponibles para el PGA Tour Canadá, que empezaría en junio y se prolongaría hasta octubre, justo durante el parón del PGA Tour Latinoamérica. En principio no tengo idea de jugarlo y preferiría volver a Europa para seguir compitiendo, pero habrá que ver”.
Con respecto a la coyuntura económica, Jacobo es consciente de que la situación no es nada fácil pero está animado y confía en que la consecución de la tarjeta le permita recabar respaldos. Ya cuenta con algún pequeño apoyo privado y confía en que se concrete la ayuda de la Federación de Golf de Madrid y en hacer méritos suficientes para formar parte del programa Neo Pro en 2014, la que sería su segunda temporada como profesional. De momento tiene claro que el camino hacia el éxito pasa por el esfuerzo y quiere planificar bien la temporada.
“Lo bueno es que por fin tengo un sitio donde jugar. Eso es lo más importante”, explica ilusionado.
2 comentarios a “Jacobo Pastor: “Por fin tengo un sitio donde jugar””
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Enhorabuena jakot!!!!!!!!!!
A por ellos crack¡¡¡¡
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