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Jhonattan Vegas hace historia en el Bob Hope Classic

Óscar Díaz | 24 de enero de 2011

Jhonattan Vegas se ha convertido en el primer venezolano que se hace con un título del PGA Tour 2011 tras imponerse en el segundo hoyo de playoff del Bob Hope Classic al también novato Gary Woodland. Un hoyo antes se había quedado Bill Haas, campeón del año pasado y que tuvo en sus manos la victoria en el green del hoyo 18.

Formado en la Universidad de Texas, graduado brillantemente en el Nationwide Tour y vencedor en diciembre del año pasado del VISA Open de Argentina del Tour de las Américas, Vegas ha demostrado en su quinta participación en un torneo del PGA Tour que su llegada a la élite del golf no es casual… pese a lo exótico de su origen y las dificultades que ha tenido que afrontar a lo largo de su carrera. Trazando un apresurado paralelismo, es muy posible que esas dificultades le hayan servido para afrontar el atropellado final del torneo, con cruel “tripateo” en el hoyo 90 de torneo y dos recuperaciones milagrosas en los dos hoyos de un desempate amenazado por la oscuridad que se cernía sobre el campo de La Quinta.

No tardarán en aparecer profundos análisis acerca de los obstáculos que ha tenido que salvar Vegas desde que se decantó por el golf (Vegas emigró a EE. UU. a los 18 años y practica un deporte marginado por Hugo Chávez y los principales dirigentes venezolanos) y él mismo se refería al asunto en la rueda de prensa posterior al torneo.

“Espero que esto signifique mucho para mi país. Espero que provoque cambios. Espero que la gente cambie de opinión y se haga otra idea acerca de este deporte”, declaraba Vegas poco después de alzar la copa de campeón.

Lo demás (el ascenso al puesto 86 del ránking mundial, subiendo más de 100 plazas en la clasificación; la plaza para el Masters de este año; los 500 puntos de la FedEx Cup; los dos años de exención en el PGA Tour; el dinero en metálico del premio) quedaba en segundo plano. Al margen de los beneficios deportivos y de las lecturas políticas, Vegas era un hombre feliz que empuñaba con honor la bandera de su país, rodeado de sus padres y amigos en el momento más importante de su joven carrera.