Zona Pro
Jiménez le da la vuelta al reloj en Hong Kong
Óscar Díaz | 18 de noviembre de 2012
Otros jugadores se habrían rendido. Miguel Ángel Jiménez se sentía competitivo, le estaba «pegando bien a la bola» (como le gusta decir), pero los resultados no llegaban, el lento declive en el ranking mundial se estaba convirtiendo en un molesto recordatorio de los meses que se acumulaban sin triunfos y la contrariedad aumentaba, pese al semblante alegre que suele ofrecer. Alguien con el corazón de Jiménez no se resigna a convertirse en mero espectador. «Me muero por estar ahí», confesaba el vicecapitán de la Ryder a su amigo y confidente Pedro Fernández en Medinah.
Otros jugadores se habrían desesperado… si hubieran estado en la piel de Miguel Ángel Jiménez después de sus seis primeros hoyos de la última vuelta del UBS Hong Kong Open. Estaba bordando su golf, acribillaba las banderas pero los putts no caían. Primera prueba de paciencia, primera prueba superada. Poco después, el de Churriana finalizaba sus diez primeros hoyos con dos golpes de ventaja sobre sus perseguidores gracias a cuatro birdies consecutivos. Aun así, Jiménez debía de andar con la mosca detrás de la oreja porque solo había embocado un putt de más de tres metros en toda la vuelta, un golpe no mucho más largo en el hoyo 10.
Otros jugadores se habrían derrumbado. Llegaba la hora de sufrir, de mecanizar los movimientos que le han llevado a lograr diecinueve victorias en el European Tour, de respirar hondo y dejar que fueran los demás los que pasaran a la ofensiva. Sus rivales inmediatos flojearon: Campbell no conseguía arrancar, Manassero se atascaba en el hoyo 13 y solo el espigado sueco Fredrik Andersson Hed, otro de los miembros de la brigada de veteranos que tanto ha destacado en el torneo de Hong Kong, recortaba distancias y se colocaba a un solo golpe del español después de tres birdies consecutivos entre los hoyos 11 y 13.
Otros jugadores habrían flaqueado, pero Jiménez siguió a lo suyo, impecable desde el tee, yendo a por los banderas que había que ir y buscando el centro de green cuando el tiro era menos apetecible. Aunque se escapaban un par de oportunidades claras en el 13 y el 14, la duda jamás se asomó al semblante del veterano jugador español. Paciencia al principio de la vuelta y paciencia al final, cuando el putter no estuvo a la altura de los demás palos de la bolsa, aunque fue este palo corto el que utilizó para salir del único apuro que tuvo en los últimos hoyos, un approach desde el collarín del 17 que prefirió resolver raseando la bola. Andersson Hed daba un último susto en el hoyo final pero su bola se resistía a entrar, y a Jiménez solo le faltaba certificar su triunfo en el 18, un cierre que se le ha atragantado a más de uno en todas las ediciones de este torneo. Pero después de meter su madera de salida en calle, al de Churriana le separaba un tiro de la gloria, un hierro 9 para buscar su tercera victoria en el torneo de Hong Kong, una bola que siguió con una mirada rebosante de determinación y que acabó a unos cinco metros por la izquierda de la bandera.
Con la victoria, la avalancha de cifras que Jiménez seguramente considere anecdóticas pero que sirven para contextualizar un triunfo superlativo: 19 victorias en el European Tour (12 después de cumplir los 40), regreso al top 60 del mundo y, sobre todo, jugador más veterano que logra un triunfo en el Circuito Europeo con 48 años y 318 días, superando en casi un año la plusmarca establecida por el irlandés Des Smyth en el Abierto de Madeira en 2001.
Y aunque el protagonista indiscutible es Jiménez, tampoco hay que olvidarse del gran rendimiento de los españoles que superaron el corte en Hong Kong: Larrazábal, octavo con -8; Olazábal, decimoquinto con -6; Cañizares, vigésimo segundo con -4; y Colomo, cuadragésimo séptimo al par del campo después de tocar la gloria del liderato el primer día.
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