Miguel Ángel Jiménez se ha adjudicado el Open de España de golf en el primer hoyo de desempate a Thomas Pieters y Richard Green después de una jornada de más emoción que buen juego en un PGA Catalunya Resort que impuso su ley y que generó otro marcador poco habitual en un torneo regular del circuito.
Los adjetivos se acaban para definir los sentimientos que despierta el golfista de Churriana en el público, y la enumeración de récords, por impresionante que sea, solo rasca la superficie de lo que significa Jiménez para el golf español. Pero dejemos la (justa) hagiografía e iniciemos el relato de lo ocurrido; en resumen, la victoria de uno de los principales baluartes del golf nacional en un torneo que hasta la fecha no le había resultado excesivamente propicio.
Las alternativas fueron numerosas a lo largo de una jornada que comenzaba de manera inmejorable. Jiménez tiraba de jerarquía para colocarse en la cabeza mientras el joven Pieters parecía irse difuminando, aunque en su semblante no se detectaban los síntomas propios de la inexperiencia o los nervios.
Otros rivales iban y venían a merced del duro Stadium Course del PGA Catalunya Resort, y cuando todas las miradas parecían centradas en el partido estelar, el rocoso australiano Richard Green aprovechaba su buen juego y algún error de sus adversarios para igualar primero y luego ocupar el liderato en solitario.
Pero el zurdo de las antípodas también sufrió los rigores del exigente diseño de Gallardo y Coles y, en el único error de bulto de la vuelta, encajaba un duro triple bogey en el hoyo 14 que parecía dejarle sin aire. Sin embargo, lejos de arredrarse Green volvió a coger pico y pala para restar golpes al campo y dejaba el -4 en el marcador como referencia para sus oponentes.
Por detrás, Pieters cogía moral gracias a un magistral eagle en el 15 que lo igualaba con Jiménez y el español sufría en el tramo final (con bogey de ambos en el 17) para acabar con un -4 que igualaba la tarjeta de Green y al que también se apuntaba Pieters, un resultado merecido para el joven jugador belga.
Y en la cara o cruz del desempate no hizo falta llegar a los extremos del año pasado en El Saler y se zanjó a las primeras de cambio, cuando Pieters y Green no fueron capaces de recuperar en el 18 y ponían la copa del Open de España en manos de Jiménez, que se había asegurado el par con un magnífico golpe.
Luego llegó el torrente de emociones y felicitaciones, acompañado en todo momento por los aplausos del numerosísimo público congregado a lo largo de los cuatro días en una sede de relumbrón que ocupa un lugar de privilegio en la historia del European Tour.
“Estoy inmensamente contento de ganar el Open de mi país, significa mucho para mí. He jugado el torneo 27 veces, he estado a punto de ganar un par de ellas y por fin estoy aquí, es increíble. Hay muchos nombres importantes en este trofeo y ahora estará también el mío, para describir esta sensación hay que estar dentro de mi piel”, explicaba el de Churriana poco después de certificar su triunfo.
“No sé si he pasado nervios, pero sí presión, como en el hoyo 17. Cuando he visto la bola rodar por la pendiente, se me ha bloqueado la mente, he perdido la libertad de las manos y eso es tensión”, recordaba al referirse al tenso final de torneo.
Por supuesto, en sus palabras no podía faltar la inevitable referencia a su manera de ver la vida y un recuerdo muy sentido para una competición que ama y a la que se acerca con este título en el PGA Catalunya Resort.
“Estoy viviendo muchas cosas buenas a mis 50 años, mi boda, la victoria en el Champions Tour y este torneo… ¿mi secreto? comer bien, fumar puros, beber bien… y un poquito de gimnasio. En serio, hago lo que me gusta en la vida y jugar al golf es lo que verdaderamente me llena”, añadía. “Me encantaría estar en la Ryder Cup, sería un record clasificarme con 50 años y estoy llamando a la puerta”.
De momento, Jiménez gana terreno tanto en la lista de ganancias europea como en la lista del ranking mundial y toca a la puerta de Paul McGinley, que tiene muy claro el peso que tendría el español en el combinado continental.
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