Existen momentos en el deporte en que la lógica queda desnuda ante la realidad. Aquel albatros de Louis Oosthuizen durante la última jornada del Masters, la victoria por ocho golpes de ventaja de Rory McIlroy en el PGA Championship o el approach que ejecutó Tiger Woods en el hoyo 16 para ganar el Memorial. Son circunstancias en que el golf destroza los parámetros marcados, rompe las predicciones de las casas de apuestas y deja en evidencia su continua capacidad para sorprendernos. Esta semana durante el Ricoh Women’s British Open la lógica decía una cosa: “El par puede ser resultado ganador” (palabras de Azahara Muñoz), pero la realidad desveló otra: “Puede serlo, pero sin contar con Jiyai Shin”.
Los cuatro días de competición han sido un homenaje a aquello que escribió Shakespeare en El rey Lear: “¡Rabiad, soplad, cataratas y huracanes!”. Era el golf en su estado más primigenio y furioso, que llegaba a su clímax con la suspensión de la jornada del viernes. Las bolas se movían solas por el green como si fueran meras hojas. Carlota Ciganda lo explicó muy bien al finalizar el torneo: “Aquí no existen ni pares 5, ni pares 4, ni pares 3. Hay que pegarla hacia delante, ya está”. Fue en estas circunstancias donde tuvo lugar la rendición de la lógica. Ni el viento, ni la lluvia o cualquier otra contrincante fueron capaces de plantar cara al despliegue de golf total de Jiyai Shin, en el que no existía un golpe lo suficientemente complicado como para ejecutarse con precisión y brillantez. Era lo que Rocky Marciano llamó “el progreso de una educación” al ajusticiar contundentemente a Joe Louis, o lo que durante la tercera jornada llamábamos “el golf explicado con sencillez”.
Sus números yacen ahora para ser ahora admirados. Shin ha sido la única jugadora en bajar del par del campo y ha alcanzado un resultado global de menos nueve. Le ha ganado a Royal Liverpool en tres de sus cuatro vueltas, siendo su peor resultado un 73 (uno arriba) durante los últimos dieciocho hoyos (del 19 al 36 en el día) del campeonato. Su contundencia de tee a green ha sido tan demoledora que llegó a alcanzar los dieciocho greenes en regulación de Royal Liverpool durante la segunda jornada, es decir, siempre tiró para birdie en lo que podríamos valorar como un día simplón con el putter en las manos. Y el probablemente más demoledor de todos: en un torneo en el que la décima clasificada ha finalizado con mas siete, ella ha conseguido restarle 21 impactos al recorrido entre eagles y birdies. La diferencia entre ambas posiciones ha sido de dieciséis golpes.
Mientras en su cara no dejaba de dibujarse una sonrisa, solo parecía correr hierro por sus venas. Ni el incipiente ataque de Karrie Webb durante la mañana del domingo, que le dejaba con solo tres golpes de ventaja, bastó para romper un plan ejecutado milimétricamente, como si del atraco perfecto se tratara. Es el siguiente piso en la escalera que lleva al Hall of Fame, su segundo major, su decimoprimera victoria en el LPGA Tour, y la ruptura definitiva con una racha de dos años en la que no fue capaz de encontrar el hoyo. Ahora Shin vuelve a jugar como cuando fuera número uno del mundo, sumida en la inconsciencia ajena a los fallos.
Inbee Park fue la primera clasificada entre las mortales con un resultado de par, mientras que Paula Creamer, a pesar de errar una y otra vez en los greenes, finalizó tercera con mas uno. Karrie Webb desesperó ante la batalla final a 36 hoyos realizando sus últimos dieciocho con 82 impactos, ocupando la quinta plaza. La mejor española fue Carlota Ciganda en decimoséptima posición y, aunque no lo sepa, puede haber alcanzado un hito importante en su primera temporada en la élite. La navarra finalizó 39º en el U.S. Open, 24º en el Evian Masters y ahora 17º en el British Open, eventos cosancionados por el LPGA Tour y el Ladies European Tour. Solo con estos tres torneos se ha metido entre las noventa mejores clasificadas en la lista de ganancias del LPGA Tour y podrá acceder a los torneos que se disputan en Asia a final de temporada, después del Navistar LPGA Classic. Si consigue estar entre las 80 mejores, conseguirá su tarjeta de pleno derecho para el circuito americano.
Beatriz Recari finalizó en vigésimo sexta posición tras firmar en esta última jornada vueltas de 73 y 77 golpes, mientras que Belén Mozo, Azahara Muñoz y Tania Elósegui no pasaron el corte.
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