Crónicas diarias
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Stricker vuelve a ponerle emoción a una victoriaTercera jornada
Stricker, a por el triplete en el John Deere ClassicSegunda jornada
Reavie se coloca líder el John Deere ClassicPrimera jornada
Kris Blanks tira con munición real
Desde el próximo jueves, el PGA Tour celebra en la localidad de Silvis, Illinois, la cuadragésimo primera edición del clásico promovido y financiado por el gigante de maquinaría agrícola John Deere (el de los tractores verdes con el logotipo de un saltarín ciervo amarillo), un torneo que en los últimos años no solo está consiguiendo resistir el pesado hándicap de la cercanía con el único major de la temporada disputado al otro lado del Atlántico, sino que también ha logrado hacerse un hueco en este competido tramo del calendario estadounidense y asegurarse la presencia de algunas de las más solicitadas figuras de la FedEx Cup.
Los organizadores del John Deere Classic parecen haber encontrado en el el “Air Deere” la fórmula para no sucumbir a una de las fechas señaladas en negro en la temporada regular estadounidense, enclavado tres semanas después del The US Open Championship, a continuación de una resaca de dotados campeonatos como el Travelers Championship y el AT&T National, la exaltación patriótica del 4 de julio que en 2012 se trasladará al millonario proyecto empresarial del The Greenbrier Classic, y en clara competencia con la potente escalada de torneos europeos que anteceden al The Open Championship y que desde mañana alcanzará su clímax con un The Barclays Scottish Open triunfante en su estreno links en las Highlands.
Detrás de este volador término se esconde el vuelo chárter Boeing 767 que desde 2008 se ofrece a disposición de los afortunados clasificados para el The Open Championship que hayan tenido a bien disputar el Clásico de Silvis. Un año antes de que se instaurara esta sugerente oferta, tan solo siete clasificados para el British se dejaron caer por los verdes greenes del TPC Deere Run, y prácticamente todos sufrieron en primera persona la incomodidad de un viaje con problemas de conexión o pérdida de equipaje. Desde entonces, la situación ha mejorado considerablemente, y la cifra de potenciales ganadores de la jarra de clarete se ha disparado hasta cerca de la treintena.
Para perfilar esta exitosa iniciativa, los aproximadamente 300.000 $ que se estima que cuesta fletar el vuelo se entregan a las distintas organizaciones benéficas vinculadas a la fundación del torneo. Resulta complicado encontrar otro ejemplo de eficiencia económica en un golf profesional demasiado acostumbrado a fijos de salida y eventos corporativos.
Louis Oosthuizen es el segundo vigente campeón del British que disputa el John Deere Classic en sus 41 años de historia
El John Deere Classic es una parada habitual del PGA Tour desde 1971, cuando era conocido como el Abierto de Quad Cities, concepto supramunicipal que engloba a varias poblaciones de los estados de Iowa e Illinois, en la región del Mid Misissippi Valley. Disputado en los recorridos de Crow Valley Country Club (Bettendorf, Iowa) entre 1971 y 1974, y el Oakwood Country Club (Coal Valley, Illinois) entre 1975 y 1999, en el año 2000 se culminó la reconversión del torneo en el John Deere Classic que desde entonces se ha celebrado ininterrumpidamente en el TPC Deere Run, campo situado a pocos kilómetros de los cuarteles generales del patrocinador.
Construido sobre los terrenos de un antiguo asentamiento de nativos americanos, este parkland de 7.258 yardas, par 71, obedece a un diseño original de Donald Albert Weibring en colaboración con el PGA Tour Design de 1999, si bien su última remodelación data de 2007. Al igual que todos los TPC, destaca por su presentación a lo stadium course, es decir, acondicionado de tal manera que permita la aglomeración de un importante caudal de aficionados en torno a los distintos hoyos y siempre buscando la mayor visibilidad posible.
Setenta y ocho búnkeres, tres obstáculos de agua, el Rock River (que influye hasta en nueve hoyos, como el 16, un par 3 de 158 yardas al que bordea lateralmente) y greenes de bentgrass que rodarán a una velocidad de once pies en el stimpmeter se convierten en la carta de presentación de un recorrido que, un año más, seguirá haciendo honor a su permisividad para aquellos profesionales que sean capaces de sacarle partido a su juego corto, y ahí tenemos los registros de la primera jornada del año pasado, con Steve Stricker acechando el mítico 59 (60) que finalmente lograría Paul Goydos.
En 2010, el TPC Deere Run quedó clasificado como el cuadragésimo tercer campo más fácil de los cincuenta y dos que integraron el calendario de la FedEx Cup del PGA Tour. Así, fue el segundo con mayor cantidad de birdies, solo superado por el TPC Summerlin (Justin Timberlake Shriners Hospital for Children Open de las Fall Series); el cuarto con mejor porcentaje de birdies desde 125 yardas (25,95 %), y el quinto con mayor ratio de birdies desde diez pies, con un descomunal 87,99 %.
Si nos fijamos en la letra pequeña de estas estadísticas, el hoyo 2 (par 5 de 561 yardas) sobresalió en el apartado de mayor número de birdies a lo largo de las cuatro vueltas de competición, con 259; y el hoyo 3 fue uno de los seis afortunados pares 3 del PGA Tour que en 2010 se abrieron a los dos hoyos en uno (HIO o ace en inglés), junto al 13 del Colonial Country Club, el 4 del Harbour Town Golf Links, el 8 del TPC Southwind, el 16 del Augusta National y el 7 del Nicklaus Course del PGA West.
El estadounidense Steve Stricker (5º OWGR) busca esta semana convertirse en la envidia de los suscriptores a las revistas de caza y lograr abatir a su tercer ciervo consecutivo, tras los trofeos de 2009 (cuando se impuso por tres impactos a Zach Johnson, Brandt Snedeker y Brett Quigley) y 2010, donde solo Paul Goydos (refresquemos nuestras retinas con la imagen de su visita al agua en el primer hoyo del desempate del The Players de 2008, que iría a parar a nuestro compatriota Sergio García) pudo seguir la estela de un golfista que esta temporada ya se ha adjudicado el The Memorial Tournament de Jack Nicklaus.
Enfrente tendrá a una discreta lista de entradas donde, no obstante, sobresalen algunos de los mejores jugadores del momento en el PGA Tour, comenzando por el vigente campeón del The Open Championship, el sudafricano Louis Oosthuizen (32º OWGR, Africa Open de 2011) que no se le ha ocurrido otra idea que preparar su defensa al otro lado del charco y poder así cumplir su sueño de visitar las instalaciones del fabricante mundial de tractores, vehículo motorizado que no dudó en adquirir con el millón de euros del ganador cheque del Old Course de St. Andrews.
Jason Day (7º, HP Byron Nelson Championship de 2010) y David Toms (27º) son los otros dos integrantes del top 30 del ránking mundial. La presencia del joven golfista australiano, segundo clasificado en el pasado The US Open Championship o primero de los mortales dada la exhibición del Celtic Tiger, obedece a una “deuda” de gratitud con los organizadores del John Deere Classic que no dudaron en invitarle en los inicios de su carrera profesional, mientras que al majorista estadounidense (PGA Championship de 2001) es habitual verlo en los distintos torneos de la geografía nacional sin atender a razones de calendarios, y nada mejor que hacerlo en calidad de vencedor de uno de las paradas más potentes de la fase regular de la FedEx Cup, el Crowne Plaza Invitational at Colonial.
Otros de los golfistas que a las ocho de la tarde del domingo se apresurarán en tomar el vuelo chárter hasta Kent son los ganadores del The Open Championship Stewart Cink (2009) y Todd Hamilton (2004), el augusto Zach Johnson (The Masters Tournament de 2007), triunfadores este año en el PGA Tour como Mark Wilson (Sony Open in Hawaii, Waste Management Phoenix Open) y Jonathan Byrd (Hyundai Tournament of Champions), y el inglés Brian Davis que en 2010 vivió una de sus mejores temporadas como profesional con sus tres subcampeonatos en el Verizon Heritage, el Crowne Plaza Invitational y el CIMB Asia Pacific Classic Malaysia.
Completan nuestro repaso a un John Deere Classic que reparte 792.000 $ y 500 puntos de la FedEx Cup al ganador, y muy especialmente el último billete estadounidense al The Open Championship (mejor golfista no anteriormente clasificado que finalice entre los cinco primeros), el siempre controvertido John Daly (PGA Championship de 1991, The Open Championship de 1995) y el ya miembro del Champions Tour Kenny Perry (John Deere Classic de 2008).
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