Si trasladamos el «oveja que bala, pierde bocado» al Hyundai Tournament of Champions tendríamos que escribir «jugador que no hace muchos birdies, pierde pie», ya que el ritmo infernal que está imprimiendo Jordan Spieth en el torneo y la regularidad de su juego está dejando sin resuello a sus rivales.
De momento, el texano lleva -24 en tres días, cifra que ha alcanzado después del 65 del tercer parcial y que le permite soñar con alcanzar el -31 con que Ernie Els ganó el torneo en 2003, récord de anotación del PGA Tour. Para ello necesitaría otro 65 para cerrar la prueba, reto notable pero a su alcance.
Eso sí, si se le tuerce el día tendrá que estar atento a las evoluciones de Brooks Koepka, segundo con -19 tras un magnífico 63 (-10) el sábado y Patrick Reed, campeón de 2015, que figura en la tercera plaza.
«He estado mirando el pronóstico del tiempo y apenas va a haber viento, con lo que hay que esperar que Brooks o Patrick hagan -7 o -8. Eso es lo que tengo que esperar de ellos mañana. Y si es el caso, tendré que salir y hacer menos de 70 para ganar. Para ser sincero, con los resultados que he logrado esta semana me frustra que aún tenga que hacer entre -4 y -6 para ganar el torneo, pero se está jugando a un gran nivel», declaraba Spieth.
De sus perseguidores, hay que destacar especialmente el rendimiento de Koepka, que juega su segundo torneo en casi tres meses y el primero con los palos de su nuevo patrocinador, Nike.
En la cuarta plaza, con -15, coinciden Brandt Snedeker y el argentino Fabián Gómez, el primer jugador internacional de los presentes en Hawái, mientras que Jason Day, número dos del mundo, apenas ganaba terreno con su 69 del día y es vigésimo a 17 golpes de Spieth. Todo un mundo.
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