A priori, era un partido intrascendente de la última jornada del Shriners Hospitals for Children Open. En mitad del domingo, con dos horas y media y dieciséis grupos entre el suyo y el estelar, Smylie Kaufman venía de hacer tres birdies en sus nueve primeros hoyos. Antes de llegar al 10, hablando sobre el posible ganador en Las Vegas, su caddie le advirtió que si jugaba bien los nueve segundos, podría tener opciones. El de 23 años respondió con cinco birdies y un eagle en estos últimos hoyos para llevarse la victoria tras una «extremadamente larga espera».
Saliendo con una desventaja de siete golpes, Kaufman firmó un 61 (-10) para levantar su primer trofeo en el PGA Tour en el que apenas era su segundo torneo como miembro del circuito, semanas después de sacarse la tarjeta a través del Web.com Tour. Tras la victoria de Emiliano Grillo en el primer torneo de la temporada, éste supone el segundo triunfo consecutivo de un rookie, algo que no ocurría desde la década de los 60 en el circuito.
La larga espera de la que hablaba Kaufman concluyó al ver que ninguno de los seis jugadores que acabaron empatando en segunda posición lograba llegar al -16 impuesto por él mucho antes de que estos acabaran. Según admitió ya como ganador, la tensión de ver el final de sus rivales fue mucho mayor que la que tuvo que afrontar en el TPC Summerlin en su perfecto tramo final.
Kevin Na, Cameron Tringale, Jason Bohn y Brett Stegmaier pudieron aguarle la fiesta al afrontar todos ellos putts de birdie en el 18 para forzar el desempate, pero finalmente tuvieron que conformarse con un segundo puesto en el que también concluyó el rookie Patton Kizzire.
El mejor momento de Kaufman llegó en el 15, par 4 corto, en el que su madera 3 acabó reposando a cinco metros de la bandera. Un gran golpe que le sirvió para conseguir el eagle antes de firmar sus dos últimos birdies en el 16 y el 18.
Tras ser décimo en el Frys.com Open la semana pasada, Kaufman consiguió un cheque de 1,1 millones de dólares y una invitación para el Masters de Augusta, algo que apenas podía creerse tras finalizar su ronda en Las Vegas.
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