Martin Kaymer empezó la temporada ganando el primer torneo en el que participaba, allá por el lejano enero en la desértica Dubái. Algo más de diez meses después, el alemán cierra el círculo de una irregular temporada con una auténtica exhibición en el HSBC Champions, su primera victoria en un torneo de los World Golf Championship.
Y el sustantivo “exhibición” que con tanta ligereza usamos en ciertas ocasiones no puede ser más adecuado en esta: -9 en los últimos 12 hoyos, 29 golpes por los segundos nueve, 25 putts y solo dos greenes fallados en toda la vuelta le sirvieron para anular los cinco golpes de desventaja que tenía con respecto al sueco Fredrik Jacobson y ganar el torneo con tres impactos de diferencia, anotándose de paso el récord a la mayor remontada en un torneo del European Tour en 2011 y en la historia de los WGC.
De paso, el alemán se reivindica tras una temporada relativamente gris si la comparamos con la de su eclosión en 2010 (cuatro victorias y su primer grande, el PGA Championship), con parada en el número 1 del mundo incluida, y gracias a su décima victoria en el European Tour asciende a la cuarta plaza de un ránking mundial cuya cabeza vuelve a estar copada por un cuarteto de jugadores europeos.
Por detrás, el batallador Fredrik Jacobson estuvo a la defensiva durante gran parte de la vuelta, mientras que Graeme McDowell se sacudía los fantasmas de Valderrama con su tercera plaza, Charl Schwartzel volvía a enganchar una racha similar a la que le llevó al título en Augusta (cinco birdies seguidos al final de su vuelta) y terminaba compartiendo la cuarta plaza con McIlroy y Casey (gran final para el primero; gran comienzo para el segundo), en un top ten mayoritariamente europeo.
La última jornada no ha sido muy halagüeña para los españoles y Pablo Larrazábal ha sido el único que ha conseguido jugar al par, para acabar en la vigésima plaza tras una vuelta en la que ha tenido que sacar a relucir sus mejores artes con el juego corto. Por detrás, Miguel Ángel Jiménez (+5 en el día y -3 en el total), Álvaro Quirós (+7 y +1, respectivamente) y Pablo Martín (+8 y +13) se despedían del recorrido de Sheshan con un sabor más agrio que dulce.
Deja un comentario