Atípico comienzo de los playoffs de la FedEx Cup, bucle de cuatro torneos que pondrán fin a la temporada del PGA Tour. Atípico por el tiempo, que obligó parar el juego en dos ocasiones durante seis horas en total; atípico por el desarrollo, ya que casi la mitad de los jugadores no acabaron su vuelta por estos retrasos; y atípico por el líder, un sorprendente Kevin Stadler que conseguía su mejor vuelta desde febrero.
La “minimorsa”, el vástago del gran Craig Stadler, tardaba once horas en completar su vuelta de 7 bajo par en Liberty National y se convertía en el primer aspirante a repetir la hazaña de Heath Slocum, ganador del The Barclays la última vez que el campeonato visitó este recorrido. En aquella ocasión, Slocum conseguía superar por un golpe a un cuarteto estelar: Ernie Els Padraig Harrington, Steve Stricker y Tiger Woods.
“He tenido un verano bastante espantoso, pero hace un par de semanas empecé a pegarle mejor a la bola y tenía ganas de volver a jugar al golf”, explicaba Stadler, que tiene marcadas en rojo estas fechas, las más importantes para él dentro del calendario de este año. Este año se ha perdido todos los World Golf Championships y de los majors solo ha estado en el PGA Championship, donde falló el corte.
A un solo golpe de Stadler se encuentran Ryan Moore, un revitalizado Camilo Villegas y un Henrik Stenson que posiblemente pase por el mejor momento de su carrera después de quedar segundo en el Open Championship y el Bridgestone Invitational y tercero en el Abierto de Escocia y el PGA Championship. Su 65 es especialmente meritorio dado que volvió de Europa el lunes por la noche y el jet-lag le atizó duramente en la parte final de su vuelta.
Pese a los méritos de Stadler, Stenson y el resto de los jugadores que rondan la cabeza de la clasificación, Tiger Woods volvió a ser el centro de todas las miradas y acabó con un buen 67. Aun así, al estadounidense no le preocupaba la distancia que le sacaba el líder, sino el maratón al que seguramente tenga que enfrentarse el sábado a causa de los retrasos arrastrados. En la segunda jornada será de los últimos en salir y ya es prácticamente seguro que no podrá finalizar su vuelta, con lo que se enfrenta a una dura prueba en el tercer día.
En una jornada de resultados bajos favorecidos por el reblandecimiento del campo a causa de las lluvias, no todos los favoritos pudieron aprovechar la circunstancia. Llama la atención el caso de Rory McIlroy, que logró terminar al par del campo pese a los tres dobles bogeys que tuvo que anotar en su tarjeta, no siempre achacables a su mal juego y sí a una pizca de mala suerte y un par de rebotes desafortunados.
El español Sergio García, que el año pasado luchó por el título en Bethpage, solo pudo disputar seis hoyos y se encuentra al par del campo después de firmar dos birdies y dos bogeys.
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