No es fácil discernir el momento en el que un gran jugador irrumpe con fuerza en el golf profesional. La razón es evidente: hay demasiados factores en juego. Puede tratarse de un estado de forma pletórico, una confianza desmesurada o simplemente, en el caso de los más jóvenes, de un desparpajo que se mitiga con los años y la experiencia. Pero cuando todos los factores parecen reunirse y se puede dibujar con ellos una evolución tan clara como la de Kristoffer Broberg en el Challenge Tour, resulta imposible resistirse a creer que en esta ocasión es cierto, que está a punto de suceder. Este sueco de 26 años tiene un gran talento y está explotando durante el último mes.
Primero fue en Finlandia, más tarde en Noruega y esta semana puede volver a suceder en Dinamarca. No importa la localización o los oponentes, el guión vuelve a repetirse con la misma contundencia. Broberg llega al día del movimiento y se coloca en una posición idónea para afrontar la jornada final, donde no deja a nadie con opciones. Lo realmente sorprendente no es que nadie en la historia del Challenge Tour haya conseguido tres victorias consecutivas, sino que el sueco solo ha jugado este año en cuatro ocasiones. Es difícil no pensar en que ya tiene asegurada la tarjeta para el Circuito Europeo y que, una vez llegado allí, ganará con la misma facilidad con la que lo viene haciendo. Sin embargo todavía no ha hecho ninguna de las dos cosas y es precisamente el gran reto al que se enfrentará mañana. Porque si cree que ya ha conseguido algo sus rivales pasarán por encima.
Y es que el líder del Ecco Tour Championship, a pesar del gran movimiento de Broberg, sigue siendo el mismo que consiguió durante la segunda jornada 62 golpes, el récord del Stensballegaard Golf Club. Klas Eriksson se enfrío durante el tercer día de competición hasta el punto de salvar una vuelta que se escapó de sus manos en los segundos nueve hoyos y que finalmente terminó sobre par, con 73 impactos. Aún así su menos once global le da un golpe de ventaja sobre Broberg y otros tres jugadores: Joachim Hansen, James Busby y Graeme Clark.
“El golf es un gran deporte cuando tienes confianza y la de Kristoffer debe estar increíblemente alta en estos momentos”, declaró Eriksson al finalizar su vuelta. “Debe sentirse invencible y tiene todo el derecho a hacerlo, está jugando muy bien. Estábamos jugando en el grupo posterior al suyo y consiguió coger prácticamente todas las calles y greenes, por lo que estoy algo sorprendido de que no haya hecho un resultado más bajo”. No le faltaba razón, el único motivo para que Broberg no batiera de nuevo el récord del campo estuvo en los greenes. “Aunque me cree oportunidades de birdie en casi todos los hoyos que jugué, solo conseguí hacer unos pocos, ha sido algo frustrante”, comentaba el sueco tras finalizar con 67 golpes. “He estado pateando muy bien las últimas semanas por lo que espero volver a encontrar las sensaciones de cara a mañana. Sé que estoy pegando a la bola lo suficientemente bien como para ganar, y si pateo al mismo nivel puedo llevarme el trofeo”.
Jordi García Pinto, que finalizó segundo el día anterior, no desplegó su mejor golf en esta tercera jornada. El español llegó a cometer seis bogeys en su vuelta y a pesar de conseguir un eagle y dos birdies más finalizó con 74 golpes, dos bajo el par, que le dejan en la decimoprimera posición. El lado positivo de este mal día es que todavía cuenta con margen para recuperarse, a cinco golpes del liderato, y una buena vuelta podría auparle en la lista de ganancias del circuito. Buen ejemplo de ello es Álvaro Velasco, que tras perder la pasada semana frente a Broberg en el playoff del Norwegian Masters llegaba con los ánimos y la confianza renovados a este torneo, en el que ha ido de menos a más. A pesar de firmar 74 impactos el primer día se ha repuesto con vueltas de 70 y 68, confirmando que lo de la pasada semana no fue una casualidad. Álvaro es decimoctavo con menos cuatro y si consigue una gran última vuelta podría escalar posiciones rápidamente. Ahora mismo se encuentra a solo dos golpes del top10.
Solo un impacto por detrás está Jesús Legarrea mientras que Pedro Oriol y Eduardo de la Riva se encuentran con un global de menos uno, en la cuadragésimo segunda plaza. Luis Claverie y Adrián Otaegui son quincuagésimo octavos con uno sobre par.
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