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La edad sí importa en el golf
Enrique Soto | 26 de junio de 2014
Desde hace unos años he escuchado una idea que parecen tener algunos aficionados al golf, y que me gusta: “Los jugadores profesionales –como cualquier otro atleta– envejecen a un ritmo mucho más rápido de lo que parece”. Por supuesto, se referían al intento de Tiger Woods de romper el récord de 18 majors que ostenta Jack Nicklaus. Me encantaría estar equivocado ya que sería un relato maravilloso, de esos que pasan a los libros de historia del deporte, pero creo que no va a ocurrir. Explicaré por qué dentro de poco.
“Tiger competirá en los grandes hasta que cumpla los 50”, se escuchó cuando ganaba uno por año. Falso. “Los golfistas todavía están en su mejor momento cuando cumplen los 40”. Falso. “La edad media de un ganador de grandes ronda los 38 años”. No, no lo hace.
El golf es así, ofrece la ilusión de ser atemporal. Es una razón por la que lo adora mucha gente, ya que lo pueden practicar durante todas sus vidas. Tom Watson casi gana el Open Championship a los 59; Jack Nicklaus hizo enloquecer a los aficionados congregados en Amen Corner a los 46; Julius Boros venció en un PGA Championship a los 48… La idea también tiene ecos en un presente más cercano: Phil Mickelson ganó un solo grande antes de cumplir los 35 y luego consiguió cuatro más, incluyendo el Open de 2013. “La edad es irrelevante en el golf”, se podría decir.
Lo cierto es que no. La verdad es que Mickelson no es un buen ejemplo para nada, ya que es un golfista demasiado especial. Decir que los años no importan en el golf porque Phil ganó el pasado año en Muirfield sería como decir: “Paolo Maldini se retiró del Milan a los 41 años, por lo que la edad es irrelevante en el fútbol”, o “Michael Jordan promedió veinte puntos en los Washington Wizards a los cuarenta, por lo que en el baloncesto sucede lo mismo”.
Puede que algunos defiendan que sí era más irrelevante hace unos años, cuando el golf comenzó a aparecer en televisión. Bueno, he aquí algunas conclusiones:
– La edad media de ganadores de grandes desde 1960 es de 32 años. Es un número sorprendentemente constante en los cuatro majors, con pocas alteraciones.
– Desde 1960, tres cuartos de los ganadores de majors han sido menores de 35 años. Es decir, es un juego para gente joven.
– Menos del diez por ciento de los grandes (en concreto, 20 de 218) han sido ganados por jugadores mayores de 40 años. Últimamente sucede más en el Open, pero en el resto de grandes el dato es fulminante: solo Vijay Singh, a los 41, ha ganado uno de ellos desde el año 2000.
– Solo dos jugadores en los últimos 54 años (Julius Boros y Jack Nicklaus) ganaron un grande con más de 46 años.
Ahí van algunos datos más: Arnold Palmer ganó su último grande a los 34; Tom Watson, el jugador que casi toca el cielo a los 59, lo hizo a los 33; Seve triunfó por última vez en los majors a los 31. Johnny Miller, Curtis Strange, Fuzzy Zoeller, Fred Couples, Paul Azinger, José María Olazábal… Ninguno ganó un grande pasados los 35. Ah, y por cierto, Tiger Woods ganó su último grande a los 32. Es una situación similar a cuando alguien piensa que el año 2005 fue hace bien poco. Bien: Woods tiene ahora 38 años.
La idea de que la edad es irrelevante, en general, es una cuestión de clichés. “No es un deporte, excepto para el caddie”, dicen algunos. Tiger ha tenido lesiones de rodilla, cuello, espalda y en el tendón de Aquiles. El putt es un arma que comprenden mejor los valientes o, como se asocia a la juventud, los inconscientes. La potencia, como se ha demostrado últimamente, supone una ventaja inmensa para los profesionales. La experiencia puede maquillar algo de esto, pero no todo. El golf es un deporte para jugadores jóvenes.
Y por cierto, además de Tiger, merece la pena echar un vistazo a esto:
– Phil Mickelson: 44 años.
– Jim Furyk: 44 años.
– Henrik Stenson: 38 años.
– Zach Johnson: 38 años.
– Jason Dufner: 37 años.
– Matt Kuchar: 36 años.
Todos están entre los veinte mejores del Ranking Mundial. ¿No parecen de repente más veteranos?
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