Se ha abierto un nuevo y curioso frente en el mercado del material de golf, aunque poco tiene que ver con la habitual avalancha de palos que las marcas punteras ofrecen a principio de cada temporada. Durante los últimos años, al principio con prudencia y más adelante con cierta asiduidad, han ido apareciendo distintas opciones para transportar los palos de golf que pretenden escapar a las alternativas habituales (llevar los palos al hombro, usar carros de mano o motorizados o conducir buggys).
Aunque el público mayoritario de este deporte suele ser poco propenso a los cambios radicales y ninguno de los productos que presentamos ha calado hasta la fecha, hemos creído interesante dar un repaso a estos «locos cacharros» (algunos más que otros) que intentan abrirse paso en el complicado panorama golfístico.
Según afirma esta marca que lleva ya años intentando revolucionar el mercado del transporte personal, el Segway® X2 Golf es divertido, fácil de manejar y más pequeño que un carrito de golf estándar, aunque esta última afirmación no la vemos del todo clara. Cuenta con neumáticos de baja presión para no deteriorar el césped, baterías de ion-litio Saphion® de larga duración y un soporte para la bolsa de palos. Su precio supera los 9300 € en España.
Una de las novedades más llamativas del pasado PGA Merchandise Show fue la Golf Bike, bicicleta fabricada por Higher Ground Bicycle, un modelo ligero que acelera los desplazamientos en el campo de golf y permite transportar de manera cómoda los palos en una bolsa especialmente adaptada. Su precio, entre 700 y 800 $.
La empresa australiana Golf Skate Caddy ha optado por buscar al público más joven combinando golf y skateboard e integrándolo en un modelo de monopatín motorizado que pesa 37 kg (con la batería incluida) y es capaz de cargar 110 (contando la bolsa y el usuario). Dispone de ruedas especiales, un soporte para la bolsa, panel de control LED y una batería LifePo4. Rondará los 3.400 € en Europa cuando llegue a principios de 2014.
La GolfBoard, un proyecto financiado a través de la plataforma Kickstarter, pretende instalarse en el mismo nicho de mercado de la Golf Skate Caddy, el de las «tablas de golf», y cuenta con un tamaño algo más compacto, tracción a las cuatro ruedas y un mando inalámbrico portátil que controla la aceleración y el freno, mientras el usuario guía la dirección con su cuerpo. Para los menos hábiles también existe la posibilidad de incorporar un manillar y un soporte para la bolsa, aunque parte de la diversión de la GolfBoard es la posibilidad de usarla como una tabla de skate clásica. Además, ofrecen la posibilidad de adquirir un hierro ajustable para ir sobre la tabla con un solo palo. Su precio, 3350 $.
Ofrecemos una alternativa radical para los que quieran emociones fuertes y tengan los bolsillos más amplios. El BW1 es el famoso buggy-hovercraft desarrollado para una campaña viral de la marca Oakley, uno de los principales patrocinadores de Bubba Watson, y combina lo mejor de un buggy de golf con todas las ventajas de un aerodeslizador. Escaso impacto sobre el terreno, buena velocidad y, sobre todo, la posibilidad de cruzar los obstáculos de agua como si no estuvieran allí. Basado en el Hovertrek de Neoteric, la empresa desarrolladora ha decidido comercializarlo bajo pedido al módico precio de 58.000 $.
1 comentario a “La fiebre del transporte alternativo”
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