Un año ha esperado Luke Donald para alzar otro trofeo, justo el tiempo que ha transcurrido desde su última visita al Dunlop Phoenix Tournament, torneo que puede convertirse en el bálsamo que palie en cierta medida la amarga temporada del golfista inglés.
En estos doce meses, Donald no ha cejado de buscar la senda del buen juego y recientemente tomó la dura decisión de prescindir de su entrenador de swing de toda la vida, Pat Goss, para ponerse en manos de Chuck Cook, célebre por su trabajo con Jason Dufner. Aunque el análisis sea precipitado, parece que el cambio empieza a dar sus frutos.
Ningun «pero» hay que poner al rendimiento del inglés durante las tres últimas jornadas, culminado con un 66 que dejó sin opciones a sus perseguidores. Al final, -14 para Donald por -8 para Hyung-Sung Kim, segundo clasificado y -7 para el «vaquero» Shingo Katayama, autor de la mejor vuelta del día.
Y si Donald cumplía con el pronóstico y reeditaba título, Gonzalo Fernández-Castaño firmaba una magnífica cuarta plaza gracias a su 67 de la última vuelta. Su récord y su leyenda en el Dunlop Phoenix Tournament sigue creciendo: siete top ten consecutivos y un rendimiento irreprochable un año tras otro. Dentro de doce meses volverá a encontrarse entre los favoritos al título.
Por detrás, el astro japonés Hideki Matsuyama finalizaba sexto, el surcoreano Kyung-Tae Kim acababa décimo Billy Horschel remontaba hasta la decimocuarta posición en una gran vuelta final.
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