El torneo celebró su primera edición en 1953 y ha cambiado varias veces de nombre, pero sigue tratándose de la Copa del Mundo. Si quieren saber a qué se parecerán los Juegos Olímpicos de 2016, en los que el golf formará parte, no deberían perderse esta semana lo que acontecerá en el Royal Melbourne Golf Club, ya que el formato es prácticamente idéntico. Dos jugadores representan a cada país (cuatro si todos ocupan posiciones entre los quince primeros del Ranking Mundial) durante cuatro días de competición stroke play. Los que mejor acumulado presenten, conseguirán la victoria.
Ha transcurrido mucho desde que Roberto De Vicenzo y Antonio Cerdá otorgaran el primer triunfo a Argentina, pero el palmarés muestra un dominador evidente: Estados Unidos. Hasta en veinticuatro ocasiones se han llevado la victoria los Hogan, Nicklaus, Palmer, Snead, Trevino y, más recientemente, Couples y Love III, que ganaron cuatro ediciones consecutivas. Sudáfrica es la segunda potencia en la lista con cinco triunfos y, en tercer lugar, empatada con Australia, se encuentra España, que vio cómo Severiano Ballesteros, Antonio Garrido, Manuel Piñero, José María Cañizares y José Rivero le proporcionaban muchas alegrías en menos de una década (1976-1984). Desde entonces, ninguno ha conseguido igualarles.
Ahora la competición es bienal, adaptándose al calendario de los Juegos, mientras que siete de los ocho millones del montante total en premios se reparten en la clasificación individual (solo uno para los equipos). Es cierto que ha perdido prestigio durante la última década, pero no sería extraño que lo recobrara a partir de 2016. Estados Unidos, por ejemplo, partirá con Matt Kuchar y Kevin Streelman en sus filas para alcanzar las veinticinco victorias (números 8 y 37 del Ranking); signo de la importancia que le otorgan tras todo un año de competición. España, por su parte, lo hará con Rafael Cabrera-Bello y Miguel Ángel Jiménez, que ya ha participado en trece ocasiones en este campeonato, llegando a finalizar segundo en dos de ellas (2004 y 2008).
El grancanario habló hace unos días de la ilusión que le provocaba representar a su país por primera vez como profesional, a pesar de tratarse de, principalmente, una competición por golpes. Ningún país tendrá a sus dos representantes en el mismo partido, por lo que tendrán que hacer lo mismo que en los últimos torneos disputados. Los candidatos a la victoria son de categoría: Adam Scott y Jason Day (Australia) parten como favoritos, seguidos de Francesco Molinari y Matteo Manassero (Italia, ganadores en 2009); Graeme McDowell y Shane Lowry (Irlanda); Peter Hanson y Jonas Blixt (Suecia) o Gregory Bourdy y Victor Dubuisson (Francia), que llegan en buen momento de forma.
Estados Unidos defiende el titulo logrado por Matt Kuchar en un escenario que ya ha albergado esta competición tres veces. Se trata de una de las joyas del golf australiano y a buen seguro aportará su parte para que se vea un gran espectáculo, con calles duras y greenes bien rápidos. España buscará convertir esos dos segundos puestos en la última década en el quinto triunfo de su historia, pasando de nuevo a convertirse, a pesar de su escaso número de golfistas, en una referencia.
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