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La irregularidad de Rory McIlroy

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Enrique Soto | 26 de junio de 2013

La última vez que el Irish Open se disputó en el Carton House Golf Club, Thomas Björn ganó tras cuatro días de competición con un acumulado de menos cinco. Solo ese dato ya indica que el campo al que se enfrentarán esta semana muchos de los mejores jugadores europeos está lejos de ser una prueba rutinaria, aunque Padraig Harrington declarara que no será tan duro estos días. “Creo que veremos a muchos salir del 18 con una sonrisa”, comentó el ganador de 2007. Eso sí, echando un vistazo a los participantes, la disputa del título promete ser atroz.

Rory McIlroy vuelve a Europa tras realizar un US Open decepcionante (cuadragésimo primero), pero con algunos signos positivos a los que aferrarse. El número dos del mundo ha ido juntando varias piezas de su juego durante los últimos meses y a pesar de estar todavía lejos del joven que dominó el golf a finales de 2012, sí que ha conseguido cierta regularidad. Es decimosegundo en el PGA Tour en greenes en regulación y décimo en “Total Driving” (distancia mas precisión), por lo que de tee a green parece ver la luz al final del túnel. Sus problemas más grandes se han concentrado en el putt, donde está 126º en lo que llevamos de año. No es de extrañar que le hayamos visto durante las últimas semanas volviendo a su viejo Scotty Cameron, sustituyendo al Nike Method con el que empezó la temporada.

Paul McGinley, el próximo capitán europeo en la Ryder, conoce bien al norilandés y dio su opinión sobre su futuro más inminente en Carlton House. “Es la misma que hace seis meses”, comentó. “No creo que Rory vaya a ser un jugador con una trayectoria regular. Creo que está en su ADN el tener momentos buenos y malos. Si echas un vistazo al año pasado, las preguntas eran las mismas. Por qué estaba bajo de forma, fallando tres o cuatro cortes seguidos, que si le pasaba esto o lo otro. Y de repente, después de varias semanas de descanso, gana el PGA Championship y juega fantásticamente bien”.

El irlandés comparó su carrera a la de otros jugadores de referencia en Europa y se mostró seguro de que McIlroy volverá a triunfar. “Nunca va a ser alguien como Nick Faldo, que siempre jugaba igual. Tenemos que aceptarlo y dejar que siga su camino. Se repondrá de los últimos meses y ganará de nuevo. Cada persona es diferente y es una de las razones por las que es tan bonito verle jugar. Es una de las mismas que con Seve; tenía momentos altos y bajos. Es el “Factor X” que tiene Rory. Puede ganar cada semana”.

Sin duda alguna, será uno de los grandes favoritos del multitudinario publico que acude cada año al Abierto de Irlanda. Graeme McDowell, número ocho del mundo, o Darren Clarke, Paul Lawrie y los irlandeses serán también los que mayor número de aficionados convoquen en sus partidos.

Diez españoles acuden a Carton House para intentar revalidar el triunfo de Sergio García en 1999, o el de Olazábal en 1990 o los tres de Seve entre 1983 y 1986. Ha pasado ya bastante tiempo desde que uno de ellos lo consiguiera y los aspirantes a reeditar el éxito serán Jorge Campillo, Alejandro Cañizares, Álvaro Quirós, Rafael Cabrera-Bello, Pablo Larrazábal, Ignacio Garrido, José Manuel Lara, Eduardo de la Riva, Carlos del Moral y el propio José María.

Jamie Donaldson defiende el título que obtuviera en Royal Portrush en 2012 y Thomas Björn, ganador en 2006 y segundo la semana pasada en Alemania, también promete ser protagonista durante los próximos días. Francesco Molinari tampoco ha ganado este año y parece haber encontrado, al igual que Rory, las buenas sensaciones, mientras que tampoco habrá que perder de vista a Peter Uihlein, Mikko Ilonen, Paul Casey o Shane Lowry, tampoco lejos de su mejor forma. Brooks Koepka, que ha conseguido la tarjeta del Circuito Europeo con tres victorias en el Challenge Tour, no debutará todavía esta semana en Irlanda tras conseguir una plaza para el Open Championship.

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