Rory McIlroy tiene una lista secreta a la que solamente él tiene acceso. No se trata de un compendio de campos a los que les tenga manía, ni tampoco la compra del día, sino los objetivos que se marca a principios de año y que apunta antes de embarcarse en la temporada.
Desde hace años, Rory se pasa por Dubái para entrenar y preparar su debut en el circuito una semana antes y en la tarjeta de embarque que le lleva hasta allí, sistemáticamente todos los años, escribe sus objetivos para la temporada que va a comenzar. Después los memoriza, dobla la tarjeta y la esconde en su cartera, de donde no saldrá hasta final de año, siendo él, únicamente, el conocedor de lo que hay escrito en esa lista.
“En mi bolsillo de atrás, en la cartera, está la tarjeta de embarque con mis objetivos. Realmente no quiero enseñárselos a nadie, es como mi pequeño secreto. Intentaré conseguirlos a lo largo de la temporada y al final del año la cogeré de nuevo y veré qué he logrado”, explicaba Rory McIlroy en la rueda de prensa previa al Abu Dhabi HSBC Championship, torneo con el que se estrena en este 2015.
La única pista que tenemos para averiguar el contenido, por lo menos de años anteriores, es que nunca ha conseguido cumplir todos ellos, ni siquiera después de su mágico 2014. Un año lleno de éxitos para el norirlandés sobre los que ha podido reflexionar durante las Navidades.
“En estas Navidades ha sido cuando realmente he tenido un momento para echar un vistazo atrás y pensar en el año que he tenido. Incluso he visto algunos resúmenes de los torneos que he ganado”, señalaba Rory, que asegura que 2014 es la preparación para algo mejor por venir y que su juego está al mejor nivel. Si esto es verdad, es probable que el año que viene Rory tenga que viajar acompañado o pedir a algún turista que le deje su tarjeta de embarque para poder juntar dos y que le quepan todos los potenciales objetivos que se marque.
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