Como bien sabe Tiger Woods, que sufrió un calvario en el pasado Masters y rozó la descalificación por haber sido excesivamente preciso en un tiro a green, los golpes perfectos no siempre tienen premio. Esto mismo le ha ocurrido al estadounidense Robert Streb en la primera vuelta del Sony Open que vuelve a jugarse en el Waialae Country Club, cuando vio cómo su impecable golpe de aproximación salía despedido de la cazoleta.
Streb tuvo que esperar a que uno de los árbitros del torneo reparara el hoyo para intentar el lejano putt de birdie (que no convirtió) y terminó su vuelta al par del campo, en la posición sexagésimo quinta.
Deja un comentario