Pocos dudarán de que la mejor temporada de Miguel Ángel Jiménez fue la del 2004. Por aquel entonces, el malagueño acababa de cumplir los cuarenta y pareció resolver la fórmula que transforma el trabajo en éxitos. Hasta en cinco ocasiones cantó victoria en el Circuito Europeo, además de hacerlo también en el equipo de la Ryder Cup. Se dice pronto, cinco triunfos, pero no son muchos los que los consiguen a lo largo de toda una carrera. Era difícil darse cuenta por aquel entonces de que no estábamos tanto ante un jugador en su madurez como en una joven promesa. Durante los siguientes ocho años, Miguel ha seguido ganando, mientras que muchos otros se han atascado a los treinta.
Fue su mejor cosecha, la del 2004, pero sin duda puede estar muy cerca de superarla en los próximos meses. Con casi cincuenta años, el éxito no debería medirse tanto en victorias, al menos basándose en el sentido común. Un viejo rockero como Vijay Singh dará dentro de poco sus primeros pasos en el Champions Tour, con su chaqueta verde y sus dos PGA a las espaldas. Sí, la generación de Jiménez está a punto de dar el paso hacia otro ritmo competitivo, otro rough más liviano y unos greenes más blandos, pero él sigue bailando con los más jóvenes. Se rompió una pierna, estuvo meses parado y espantó a los fantasmas de la jubilación anticipada a base de resultados. Un triunfo podría ser el colofón a un año perfecto.
Primera jornada del KLM Open. El Kennemer Golf & Country Club es el hábitat idóneo para que saque a relucir su mejor golf: no es largo, obliga a mover la bola y, además, no está excesivamente duro. Jiménez sonríe y dispara. Ocho birdies a lo largo del día le permitieron finalizar con una vuelta de 64 impactos (menos seis) y situarse en lo más alto de la clasificación. “Cuando salió el sol comencé a jugar bien”, declaró. “Meter mi golpe con el wedge desde cuarenta metros en el hoyo 16 fue genial, y el birdie en el último fue una gran forma de terminar el día. Estoy muy feliz”. Hoy todo le fue bien en el campo, pero el juego ha ido gestándose poco a poco durante sus últimas pruebas. “Jugué muy bien la semana pasada, por lo que esperaba repetir aquí también. Seve ganó en el Circuito Europeo por primera vez aquí en 1976 y José María también ganó en 1989, por lo que espero poder hacerlo yo también. Sería fantástico”.
Solo un golpe le separa de sus más inmediatos perseguidores, entre los que se encuentra Pablo Larrazábal. Después de sumar cinco top 10 a lo largo de la temporada y contar con varias opciones de victoria los domingos por la tarde, el catalán está decidido a dar el siguiente paso; solo le hace falta rematar. Su juego ha sido ha sido irregular desde que finalizara cuarto en el Abierto de Irlanda, pero hoy pisó Kennemer y no cometió un solo error a lo largo de su vuelta. Cinco birdies le sitúan segundo, empatado con Fabrizio Zanotti, David Howell, Robert Allenby, Gary Orr y Damien McGrane. “Mi juego vuelve a estar bien y me encanta que sople el viento”, escribió en Twitter. Y parece que lo seguirá haciendo durante los próximos días.
Eduardo de la Riva se ha situado decimonoveno tras entregar una tarjeta de 68 golpes (menos dos). Cabrera-Bello, Olazábal y Cañizares son trigésimo primeros con menos uno. Ignacio Garrido ha finalizado al par, Jorge Campillo y José Manuel Lara con más uno y Álvaro Quirós con más dos.
Alejandro Cañizares Álvaro Quirós Damien McGrane David Howell Eduardo de la Riva European Tour Fabrizio Zanotti Gary Orr Ignacio Garrido José Manuel Lara José María Olazábal Kennemer Golf & Country Club KLM Open Miguel Ángel Jiménez Pablo Larrazábal Race to Dubai Race to Dubai 2013 Rafa Cabrera-Bello Robert Allenby
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