El viento mengua las virtudes y agiganta los fallos. Lo habían anunciado durante toda la semana: iba a ser uno de los protagonistas en el Women’s British Open, disputado en Royal Liverpool, pero hasta que no vimos cómo las mejores del mundo encadenaban un fallo tras otro no comenzamos a advertir la magnitud de su influencia. Más de noventa jugadoras en un margen de cuatro golpes y solo once de ellas bajo par, en lo que promete ser una batalla por la supervivencia, una suerte de selección natural.
El liderato, situado en dos golpes bajo par, está ocupado por dos surcoreanas: So Yeon Ryu y Haeji Kang. La primera hizo cinco birdies, la segunda llegó hasta los siete. Nunca los aciertos sirvieron para definir mejor una vuelta porque, durante esta primera jornada, solo existía una certeza en la mente de las jugadoras: los bogeys iban a llegar. Un links con viento supone en ocasiones caminar a oscuras por un lugar desconocido, donde es inevitable caer en la hierba alta y fuerte mojada por la lluvia, o alguna trampa impredecible que desemboca en un bunker. Otro ejemplo: Mika Miyazato hizo seis birdies y terminó con menos uno en el día. Siendo evidente que los errores aparecerán, es necesario aprovechar cualquier ventaja que se presente a lo largo de la vuelta.
Beatriz Recari sabe de la importancia de mantenerse en el más inmediato presente para llegar a un buen resultado. Formar una burbuja alrededor, impenetrable para el viento o las circunstancias: “No me gusta enfocarme al resultado”, comentaba la navarra. “Es mi séptimo año como profesional y creo que he aprendido la lección”. Su vuelta de par cumplió con la condición necesaria para sobrevivir en esta batalla: mantener el control. Tres birdies y tres bogeys, apoyados en casi un ochenta por ciento de precisión desde el tee y once de catorce greenes en regulación. “Bola a bola”, se dice Beatriz a sí misma. Cuando todo parece girar alrededor, las jugadoras no pueden agarrarse a mucho más.
Un caso opuesto lo protagonizó Belén Mozo, segunda mejor española con un resultado de 74 golpes (dos sobre par). Durante sus segundos nueve hoyos su partido fue puesto en alerta por juego lento y Belén perdió una dinámica muy positiva, llevando un resultado de par en el hoyo 13. “Tuvimos un mal hoyo, estuvimos un poco lentas y nos llamaron la atención. Me aceleré mucho y fue mi culpa”, declaró Mozo. “Tengo que saber estar más tranquila y no dejarme influenciar por cosas externas que no puedo controlar. Estoy decepcionada porque me dejé llevar, fallé un putt muy corto, muchos bogeys seguidos… Hoy era un día para haber jugado bajo par, pero de las cosas se aprende. Estoy jugando muy sólido”.
Carlota Ciganda finalizó con cuatro golpes sobre el sobre el par a pesar de firmar tres birdies y un eagle. Hasta tres dobles bogeys a lo largo de sus dieciocho hoyos lastraron su enorme capacidad de producir buenos golpes. “Me quedo con la segunda vuelta, donde he hecho menos dos”, declaró la navarra. “Hoy podría haber sido un día bastante malo. Es un campo complicado que requiere mucha paciencia”. La tercera clasificada en la Orden de Mérito del Ladies European Tour comenzó su andadura en este British Open con un birdie, pero en el hoyo dos, desde el medio de la calle, pegó un socket desde el medio de la calle que le costó un doble bogey. En el siguiente hoyo repitió resultado, debido a dar cuatro putts desde las cercanías de green. “Hoy podría haber sido un ochenta o más fácil. He intentado seguir calmada, ir golpe a golpe. Terminar menos dos en los segundos nueve me da confianza para mañana, a ver si puedo jugar bajo par para estar el fin de semana”.
La jugadora que pegó el primer golpe del torneo, Azahara Muñoz, finalizó con el mismo resultado que Carlota, mas cuatro. “No me he metido en juego hoy”, resumió Muñoz. “Al principio hacía bastante viento, luego se ha calmado un poco. No he jugado muy mal pero no las he dejado cerca, luego he tirado buenos putts que tampoco han entrado… Meter putts de siete u ocho metros es muy complicado, sobre todo en estos greenes. Prefiero que mañana haga viento porque mas cuatro no es muy buen resultado”, concluyó Azahara, que sufrió tras firmar seis bogeys por tan solo dos birdies.
Las previsiones para mañana anuncian fuertes ráfagas y en las islas nunca pueden descartarse chaparrones ocasionales, por lo que incluso Tania Elósegui, que finalizó con nueve sobre par, podría meterse dentro del corte si realiza una gran vuelta. El viento es capaz de barrerlo todo y dejar un panorama muy distinto al que preveíamos. Los bogeys serán un acompañante seguro a lo largo de la segunda jornada de este British Open, pero los buenos resultados siempre llegan acompañados de un buen rendimiento en los greenes. El área menos afectada por el viento es el putter, y con que entren dos para salvar el par se puede revertir toda la dinámica de una vuelta.
Karrie Webb, Ai Miyazato o Jiyai Shin se encuentran entre las jugadoras que finalizaron con menos uno, mientras que Yani Tseng, Inbee Park, Morgan Pressel, Cristie Kerr o la jovencísima Lydia Ko finalizaron con el par. De poco sirven estos números con tantas candidatas al triunfo en un margen tan reducido de golpes, pero ya se han posicionado de cara a las próximas jornadas. Si de verdad durante la segunda el viento sopla como se prevé (a más de treinta kilómetros por hora), la clasificación puede dar un vuelco enorme.
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