Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Zona Pro

La temporada más feliz del golf australiano

Enrique Soto | 24 de noviembre de 2013

Tres hombres en un margen de tres impactos en la jornada final de la Copa del Mundo. Es la obra que acogió Royal Melbourne, escenario a camino entre los links y los campos estadounidenses, impredecible incluso para los jugadores que mejor forma han mostrado a lo largo de la semana. Ni siquiera ellos estuvieron a salvo de los grandes errores; un drive mínimamente desviado a la derecha, un bote desafortunado y zas, un nuevo líder cediendo su posición con un doble bogey. Era la imprevisibilidad del golf llevaba hasta uno de sus exponentes más altos. Jason Day, Thomas Björn y Matt Kuchar fueron los protagonistas. Al caer la tarde sobre Victoria, todo un país salto al unísono.

Fue porque el líder no falló. Imponiéndose a la pérdida de ocho familiares en Filipinas, Day acudió a este campeonato con la presión de responder a las expectativas que había acumulado su compañero en las trincheras, Adam Scott, ganador de la chaqueta verde en abril y de otras dos pruebas consecutivas en las últimas semanas. No era la situación ideal para rendir a buen nivel y es probable que, ni siquiera, para jugar al golf concentrado, pero este hombre consiguió transformar todo ese voltaje en precisión, los nervios en ganas. Partía con un acumulado de menos nueve tras tres días y en su primer hoyo firmó un bogey. No le importó demasiado, porque Björn y Kuchar hicieron lo mismo. Royal Melbourne enseñaba las garras desde el inicio.

Dos birdies, en el 3 y el 4, le hicieron el camino más vistoso y, tras un nuevo error en el 5, llegó el impacto que probablemente le hizo pensar en la victoria como forma de vida. Fue en el siguiente, desde el centro de la calle: Jason envió su bola directa al trapo, botó con fuerza en el green y terminó entrando en el hoyo. Era un eagle que le situaba con menos dos en el día y con una pequeña ventaja sobre sus dos rivales, que salieron tocados de aquella prueba. Kuchar solo consiguió dos birdies más a lo largo del día; Björn cometió otro bogey en el siguiente.

Pero el gran danés ha desplegado un golf de muchos quilates a lo largo de la semana y no iba a dejar que un pequeño impedimento le hiciera perder la atención sobre lo que verdaderamente le importaba: su plan de juego, la vía que le había llevado a liderar durante 36 hoyos este campeonato. Entre el 11 y el 15, Thomas salió airoso con tres birdies y puso en peligro la fiesta australiana. Day perdió su salida en la maleza del 10, salió con un doble bogey y solo en el 15 consiguió volver a situarse bajo par, por lo que el principal duelo de la tarde estaba servido.

Pero al igual que le sucedió en dos torneos del circuito europeo en verano, Björn se deshinchó en el momento decisivo o, para ser exactos, Royal Melbourne centró sus peligros en su bola. No jugó del todo mal el 16 ni el 18, pero tuvo que apuntar en su tarjeta dos fallos en los últimos tres hoyos del torneo. Eso, siempre, ha sido sinónimo de derrota y hoy no fue una excepción. Jason finalizó con 70 golpes (menos uno) mientras Australia celebraba una fiesta por todo lo alto ante la que, probablemente, sea la temporada de golf más exitosa de su historia. Ha sido su primer Masters, las victorias de Scott en las pruebas más importantes dentro de sus fronteras y el colofón de la Copa del Mundo de Day; ese chico de veintiséis años que solo tenía una victoria profesional y una sinrazón de top 10 en los grandes, incluyendo dos segundos puestos.

“Lo más fácil para mí hubiera sido no jugar el torneo, después de todo lo que le ha pasado a mi familia la semana pasada; solo pasar tiempo con mi madre y apoyarla”, declaró el ganador. “Pero quería venir aquí, jugar con Adam e intentar ganar la Copa del Mundo. Llegar líder al domingo con todas esas cosas en la cabeza, finalizar bien y pegar ese gran golpe en el 18 para ganar es un gran paso en mi carrera como golfista. No sé qué pensar ahora. Todo el trabajo y dedicación que he puesto en mi juego, especialmente durante los últimos cinco o diez años, está viéndose recompensado”.

Day ganó a Björn y Australia se impuso por nada menos que diez golpes en la Copa del Mundo, el quinto título de su historia.

Resultados completos individuales

Resultados completos por equipos

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: