Como publicamos hace unos meses en este artículo, después de que las audiencias televisivas de los grandes torneos de este año en EE.UU. cayeran a límites históricos, parecía que la ausencia de Tiger Woods en la disputa final de estos eventos había dañado considerablemente su repercusión mediática. Sin embargo, el extraordinario espectáculo que se pudo ver en el día final del último PGA Championship echa por tierra esta teoría.
Según la CBS, la victoria de McIlroy del domingo pasado fue la retransmisión más vista de un PGA Championship de los últimos cinco años con una audiencia del 6%, que supone un 36% más que la alcanzada la pasada temporada en la misma jornada. Hay que remontarse a la victoria de Y.E. Yang ante Tiger Woods en el 2009 donde se alcanzaron cuotas del 7,5% para superar este registro.
Está claro que el desenlace del cuarto major del año fue un auténtico espectáculo con hasta siete jugadores turnándose en lo más alto de la tabla a lo largo del día, con Rory casi fuera de la pelea y rematando a lo Tiger o Nicklaus. Fue la tormenta televisiva casi perfecta con cuatro de los trece mejores jugadores del mundo peleando hasta el último hoyo (entre ellos Fowler, Mickelson y Rory, sin duda tres de los jugadores con mayor impacto mediático), un desenlace inesperado por la falta de luz y una victoria histórica que abre debates sobre la figura de un McIlroy cada vez más «Tigeresco», tal y como señalaba Graeme McDowell. Algo que reflejaba muy bien Ben Crane en un tuit donde escribía que «de todas las iniciativas para que el golf crezca, tener a Rory, Phil y Rickie empatados en el liderato de un major es la mejor idea hasta la fecha».
Of all the "grow golf" initiatives out there, I think having Phil, Rory and Rickie tied for the lead at a major is the best idea yet.
— Ben Crane (@bencranegolf) agosto 10, 2014
Todo esto, unido al hecho de que los anteriores majors jugados en suelo estadounidense habían resultado menos disputados, ha abierto las puertas a un debate muy interesante sobre si hay vida en las audiencias televisivas de golf en EE. UU. más allá de Tiger Woods. Con el californiano fuera de juego las televisiones se echaron las manos a la cabeza, pero la brutal exhibición de Rory ganando consecutivamente major- WGC – major y sus diferentes récords de precocidad, sumados a su juego vistoso y agresivo, dispararon las audiencias y, sobre todo, le han convertido en el nuevo icono del golf mundial.
Es posible que a partir de ahora se hable de una nueva era de bonanza en la repercusión mediática del golf. Hasta ahora, los problemas físicos de Tiger y su incipiente decadencia ponían en cuestión el modelo de negocio de las grandes cadenas de televisión, pero McIlroy, Fowler y Mickelson demostraron el domingo pasado que, sin Tiger, el espectáculo continúa y se da por cerrada una crisis que solo ha durado unos meses.
1 comentario a “La victoria de Rory dispara las audiencias televisivas en EE. UU.”
Fue muy emocionante, genial para el espectador.
Veo a un Rory dominante para muchos años.
Le ha sentado fenomenal dejar a Caroline!!
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