Aunque parezca una obviedad, la calidad de una autobiografía depende de la buena memoria y de la sinceridad del implicado. Parece que John Daly, pese a haber sometido su cuerpo a todo tipo de abusos, conserva una memoria razonable y, desde luego, no tiene ningún remilgo a la hora de exponer sus miserias en público. My life in and out of the rough, el libro del que vamos a hablar, no deja lugar a dudas.
Lejos de edulcorar su biografía para intentar congraciarse con sus lectores, desde las primeras páginas queda claro que Long John pretende abrirnos su corazón de par en par, para bien o para mal. Sin duda, es una lucrativa manera de exorcizar sus demonios: en lugar de pagar al gurú de turno para poner algo de orden en su psique, Daly realiza un saludable ejercicio de regresión con el que pretende ajustar cuentas con el pasado y empezar de cero, y, además, le pagan por ello.
Y no cabe duda de que la biografía de John “Wild Thing” Daly es interesante. Sus primeros encontronazos juveniles con la autoridad, encarnada por su padre y su primer entrenador universitario, lo abocaron desde una tierna edad al alcoholismo que todavía intenta superar y poblaron su mente de instintos autodestructivos que han regido su vida desde entonces. Su carrera profesional ha sido, desde su llegada al PGA Tour, un desquiciado viaje en montaña rusa, que le ha llevado a alcanzar cotas de grandeza inédita (como su triunfo en el PGA en el año de su debut, después de entrar como noveno suplente en el torneo) para luego zambullirse con la misma facilidad en las simas más profundas. Pese a todo, es uno de los pocos golfistas estadounidenses que ha ganado dos “grandes” (el citado PGA Championship de 1991 y el Open Británico de 1995) antes de cumplir la treintena y se encuentra en augusta compañía; Bobby Jones, Jack Nicklaus, Johnny Miller, Tom Watson y Tiger Woods son los otros jugadores estadounidenses que cumplen este exclusivo requisito (en Europa hay alguno más, como nuestro querido Seve Ballesteros).
Daly es el exceso encarnado, en todos los aspectos, desde los puramente golfísticos (su distancia desde el tee, su tremendo overswing), a los más mundanos relacionados con su día a día (ya sea la ingesta de Coca-Cola light o los cigarrillos que fuma). En muchas páginas del libro, Daly es explícito hasta hacer que bordeemos la vergüenza ajena, sobre todo cuando nos habla con toda candidez (¿fingida? ¿real?) de sus problemas con las mujeres, el alcohol o el juego. Aunque se supone que una autobiografía no deja de ser un ejercicio de autoayuda, una sesión de terapia volcada en un puñado de páginas en blanco, al leer este libro te queda la inquietante sensación de que John Daly vive en un estado permanente de negación de la realidad. Pese a sus buenas palabras y a sus justificaciones, no puedes dejar de pensar en el famoso spot televisivo de la campaña gubernamental antidrogas: “Esto es lo que él cree que está pasando… y esto es lo que está pasando en realidad”.
A pesar de sus continuos encontronazos con las jerarquías golfísticas y a que va perdiendo poco a poco el respeto de sus iguales, Daly sigue aferrándose a su realidad alternativa porque sabe que aún cuenta con algo que nadie le podrá arrebatar jamás: el cariño del público. Para los estadounidenses, Daly es el héroe del pueblo, un paleto redneck de Arkansas que no tiene empacho ninguno en lucir su estrafalario aspecto en los santuarios más exclusivos, un colega con el que compartirían de buen grado unas latas de cerveza, el average joe con el que todo el mundo puede identificarse. Y Daly consigue que esta imagen más o menos estereotipada escape de las páginas del libro y llegue al lector. Por estrambóticas que sean las desventuras de Daly, no puedes dejar de pensar que no es mal tipo…
Aun así, cabe hacer una última reflexión. Al final de este libro, Daly realiza el habitual propósito de enmienda y promete desenmarañar la enrevesada madeja en la que se ha convertido su vida… pero el libro se editó a finales de 2006 y todos sabemos qué ha pasado con las buenas intenciones que el rubio de Arkansas dejó por escrito. Poco después de publicar el libro, John Daly ha vivido otro par de sus habituales annus horribilis en el que le ha dado tiempo a protagonizar una sonora ruptura con Butch Harmon, ex entrenador de Tiger que se había propuesto llevarle por buen camino, a divorciarse por cuarta vez (de la esposa a la que defendía a muerte en esta biografía, pese a haber pasado por la cárcel por su implicación en una red de lavado de dinero), a aparecer en varias ocasiones en las portadas de medio mundo por romper una cámara a un aficionado australiano o por un par de borracheras (con bochornosa detención incluida), y a ser sancionado por el PGA Tour durante seis meses, pese a que ya había perdido la tarjeta del circuito y solo accedía a un número limitado de torneos gracias a las invitaciones de los patrocinadores o las exenciones obtenidas por haber conseguido triunfos en un pasado cada vez más lejano.
Pese al atisbo de esperanza que supuso su fugaz aparición de este año en el European Tour y su meritorio segundo puesto en el Open de Italia, el resto de la temporada ha sido olvidable, aunque su relación con la marca de ropa Loudmouth Golf ha multiplicado la visibilidad del estadounidense. Poco después sufrió una grave lesión que le ha mantenido inactivo la última parte de la temporada y sorprendió a todo el mundo poniendo a la venta un buen número de recuerdos en un mercadillo callejero. Visto lo que ha ocurrido con su vida durante los últimos dos años, queda claro que esta autobiografía no le ha servido para hacer borrón y cuenta nueva… y tendrá que esforzarse para salir del hoyo que él mismo se ha cavado. Talento tiene de sobra para remontar el vuelo, y ya nos ha cerrado la boca en un par de ocasiones cuando le hemos dado por muerto (golfísticamente), pero el tiempo pasa de manera inmisericorde, sobre todo para los que no se dejan ayudar.
Hay una anécdota narrada en este libro que ilustra perfectamente la idiosincrasia de Long John. Andaba un día tomando una cerveza con unos amiguetes, sentado junto a la casa club de una de las sedes de un torneo del circuito, cuando Tiger pasó a su lado de camino a la cancha de prácticas. “Eh, Tiger, déjate de tanto entrenamiento y ven a tomarte unas cervezas con nosotros”, le espetó Daly. “John, si tuviera tu talento no tendría que entrenar tanto”, le replicó Tiger con una sonrisa. Con dos frases certeras se resume a la perfección el carácter de uno y de otro. Y solo nos queda preguntarnos qué habría sido de John Daly si hubiera tenido otra cabeza sobre los hombros. Otro de los “Y si…” tan populares y habituales en el mundo del golf.
My life in and out the rough
Autores: John Daly y Glen Waggoner
Editorial: Harper Collins
Idioma: Inglés
320 páginas
11 comentarios a “Las dos caras de John Daly”
Brutal!
Grandísimo post!!!!!
La verdad es que resulta desconcertante comprobar cómo un deportista con tanto magnetismo con el público (no hay más que recordar el revuelo del Open de España en Sevilla en 2008) y tanta calidad golfística sea incapaz de enderezar su vida (profesional, al menos).
Saludos desde prostars.es!!!
Es una pasada este tipo. Yo siento una particular debilidad por él… juguete roto con un talento brutal.
Excelente entrada en el blog; la espera ha merecido la pena!
Tremendo.
Sabéis si se va a editar en España?
La verdad es que no tengo ni idea, pero si alguien se anima que me avise, que me ofrezco como traductor a cambio de una tarifa razonable. 🙂
Vista la trayectoria del angelito y que la biografía se publicó en 2006 no me extrañaría que se editase una versión revisada dentro de un tiempo.
Soy un gran aficionado al Golf y admiro a John Daly, por lo que me gustaria mucho y se lo agradeceria infito me dijera como y donde puedo adquirir ese libro biografico de John Daly
preferiblemente en español, aunque tambien me serviria en ingles.
Le agradezco de antemano su atencion y le saludo atentamente.
Antonio Garcia R.
Lamentablemente el libro no está editado en nuestro país, pero lo puede localizar en Amazon Uk a un precio muy económico. Le adjunto el enlace:
http://www.amazon.co.uk/John-Daly-Life-Out-Rough/dp/000722902X/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1259011730&sr=8-1
Saludos
Óscar Díaz
Ahora se porque Tiger no se tomó la cerveza…
…había quedado para hacer otras cosas…
😉
Juas. ¡Buenísimo! 🙂
Magnífico post Óscar. Perfectamente condensado y realmente dan ganas de leerse el libro, especialmente si, como es mi caso, tienes cierta debilidad por el bueno de Daly. Todavía, cada vez que le veo en el tee del uno de cualquier torneo tengo la confianza de verle ganarlo pero como dice el post, una cosa es la realidad y otra… también!
Postdata. Me encantan sus pantalones, cualquier día me lanzo y me compro unos para los torneos de mi club!
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