Veintinueve son los españoles que a partir del jueves lucharán por alzar el trofeo en el Abierto de España, el torneo profesional más prestigioso de nuestro país y el tercer abierto nacional más antiguo del continente, pero en la jornada del miércoles las miradas las acapararon nuestros cuatro representantes más laureados: Miguel Ángel Jiménez, José María Olazábal, Sergio García y Gonzalo Fernández-Castaño.
Después de su gran papel en el Masters, de su exitoso y fugaz paso por el Champions Tour y de su boda en Torremolinos, el malagueño ha aprovechado para hacer balance y para explicar sus objetivos para la temporada. También tuvo cabida en sus declaraciones el estado de este Stadium Course del PGA Catalunya Resort.
«Mi máxima prioridad ahora es clasificarme para la Ryder Cup, por eso no voy a jugar más torneos del Circuito Americano Senior, tan solo el Open Británico. Estoy muy bien de juego y creo que tengo posibilidades de estar ahí. Me saldría más rentable, económicamente hablando, jugar más en el Champions Tour pero es mucho más importante para mi estar en la Ryder. Si no me clasifico, y me lo piden, sería vicecapitán».
«El campo está en magníficas condiciones, es un buen diseño, hay que subir una pendiente en los tees pero luego ves bien todo el hoyo y el campo está rodeado de naturaleza. He visto que los tees son más largos que la última vez que jugué pero es normal porque hay que adaptarse a los materiales. Lo bueno es que yo también le estoy pegando más largo a la bola que en toda mi vida. He estado tres semanas sin jugar y tengo que ensamblar mi juego para estar fino a partir de mañana».
«Me parece que la decisión del Circuito Europeo de que los jugadores tengamos que jugar 14 torneos para mantener la tarjeta, o 13 si jugamos el Open de nuestro país, es una buena medida. Los jugadores tenemos que poner nuestro granito de arena ahora que el Tour no está en su mejor momento. El Circuito Americano reparte más dinero, y hay que atraer a los jugadores porque eso ayudará a conseguir más patrocinadores. Nunca debemos olvidar de dónde venimos, cuál es nuestro origen. Prefiero esta medida a la de co-sancionar torneos con el Challenge Tour».
Olazábal se reincorpora a la actividad después de su esperanzador papel en el Masters, su torneo talismán. En cuanto a su juego, no he encontrado la clave que parecía estar a punto de localizar en Augusta, pero el doble chaqueta verde sigue embarcado en la eterna búsqueda del grial. Quimeras aparte, Olazábal ha centrado sus respuestas en el estado actual del golf español.
«El golf español está bien, muchos se darían con un canto en los dientes por tener lo que tenemos nosotros. Tenemos un Sergio García, que es increíble cómo se mantiene entre los mejores y lo poco valorado que está y tenéis que aprender a apreciar eso. Tenemos un Miguel Ángel Jiménez al que hay que dar de comer aparte, es un ganador. Y luego muchos otros buenos jugadores: Gonzalo Fernández-Castaño, que lleva un año duro de muchos cambios, Pablo Larrazábal, Alejandro Cañizares,… Todos queremos más y queremos decir que tenemos otro ‘major’, pero la salud a día de hoy de nuestro golf es muy buena», declaraba el vasco, que también dedicaba un momento para repasar las principales diferencias entre las generaciones actuales y las anteriores.
«Es innegable la influencia de las novedades tecnológicas y que antes la necesidad jugaba un papel importante. Habia que ver las condiciones en las que salían a Europa Cañizares padre, Piñero, etc. La necesidad hacía que apretaran los dientes y que no dieran tregua a nadie. Los tiempos han cambiado y ahora el golf mueve más dinero, se realiza un seguimiento más temprano de los jugadores amateurs y muchos comienzan a jugar con un colchón detrás proporcionado por las marcas y no tienen tantas premuras para cubrir gastos».
Satisfecho por su gran papel en The Players, Sergio García vuelve a España para optar a todo en una nueva edición de un torneo que ya ganó en El Cortijo. La felicidad, las dinámicas positivas y la Ryder, centros de interés en su rueda de prensa.
«Estoy muy satisfecho con mi resultado en The Players y me alegro mucho por la victoria de Martin Kaymer. Me encontré muy bien todo el día el domingo y si entran un par de putts más no hubiera tenido que forzar en la segunda vuelta para conseguir los birdies. En el hoyo 11 me fui a la pinaza pero se quedó bien colocada. En el segundo golpe, me resbaló el pie izquierdo y se fue al agua, aun así, casi salvo el par. El 14 fue el que me mató, pero forcé demasiado para buscar el birdie».
Su estabilidad en el campo parece influido por la estabilidad que ha encontrado fuera de él junto a su actual pareja.
«En la vida todo lo que te hace feliz, te ayuda. Como se suele decir, cuánto más azúcar, más dulce. Soy feliz en estos momentos, y eso se nota en los resultados. Afrontas las cosas con ganas, con más ilusión, y por eso espero que este Open sea bueno. Me encanta jugar en mi país, y la presencia de todos los españoles hacen de este Open algo grande», remataba el español, que también era preguntado acerca de la Ryder y de su posición privilegiada en la clasificacion.
«Estaría bien quitarse una preocupación pronto, pero aun quedan cinco meses y no hay que bajarse del carro hasta conseguir matemáticamente la clasificación. Esa ventaja hay que aprovecharla».
En la presentación de la iniciativa de la Fundación Make-A-Wish® Spain, Gonzalo Fernández-Castaño también hacía un repaso a su trayectoria durante una temporada de momento dura.
«Me está resultado difícil encontrar la consistencia en el PGA Tour. Es la primera vez que vengo a España desde que hace cinco meses me mudé a Miami y espero que esta sea la semana», explicaba el madrileño. «Necesito una semana buena para sentir que el PGA Tour es mi sitio. Soy novato en muchos aspectos y tengo que asimilar todas las novedades».
Con respecto a la Ryder, Fernández-Castaño se mostraba realista.
«Ahora mismo la Ryder no es prioritaria. Significa todo para mí por la importancia que tiene y por lo que han logrado otros españoles, pero reconozco que tengo otras cosas en mente. Para meterme tendría que ganar o andar cerca para mandar buenas señales a Paul McGinley».
Deja un comentario