Terminaba como lo hacen los grandes campeones, embocando un putt de unos 6 metros para birdie y así hacerse con el North Texas LPGA Shootout con seis golpes de ventaja sobre su más inmediata perseguidora, Meena Lee. No ha tenido rival en la jornada final, y ni siquiera Michelle Wie embocando putts desde cualquier lado ha conseguido poner nerviosa a la estadounidense, que consigue su primera victoria desde agosto de 2013.
Más de 7000 kilómetros separan Irving, Texas, de St Andrews, lugar mágico en el que Lewis se proclamaba campeona del Ricoh Women’s British Open el año pasado consiguiendo su última victoria hasta la fecha. Han pasado 273 días desde aquello, y no han sido precisamente fáciles. Con seis segundos puestos en los últimos quince torneos, la sequía de triunfos estaba empezando a hacer mella en la estadounidense, que veía como una y otra vez el triunfo se le escapaba entre los dedos. 39 semanas en las que ha rozado una victoria que por falta de suerte o ambición no se ha consumado. Hasta hoy. Lewis se ha puesto el traje de faena desde el principio de la vuelta y no ha dado ningún tipo de opción a sus rivales.
“Es un alivio. He estado tan cerca en los últimos meses y ganar aquí, con toda mi familia delante… Es lo que siempre he querido y, hacerlo aquí en casa, delante de todos los fans, ha sido increíble. Es una de esas cosas que sientes que están destinadas a suceder”, declaraba Lewis.
Nacida en Toledo, Ohio, Lewis se mudó a muy temprana edad a The Woodlands, Texas, donde creció. A tan solo tres horas de casa y frente a su público, Lewis ha conseguido su primera victoria de la temporada en el campo de Las Colinas Country Club. Llevaba mucho tiempo rozando la victoria, y ha sido en su estado de adopción donde ha caído por fin tan ansiado triunfo.
Comenzaba con birdie en el hoyo 3 y el punto de inflexión de su vuelta llegaba en el hoyo 7, cuando ha embocado un gran putt para eagle que le colocaba con -12 y con tres golpes de ventaja sobre la segunda clasificada, Meena Lee. Mientras tanto, Michelle Wie se entretenía embocando putts kilométricos que le han valido para ascender quince puestos y escalar hasta la tercera posición, pero que no han supuesto una gran amenaza para la ganadora.
Las cosas se ponían tensas en el 15 cuando la bola de Lewis encontraba el agua de salida, pero su espectacular tercer golpe terminaba a escasos 3 palmos del hoyo y propiciaba un par valiosísimo de cara a los hoyos finales.
“He tenido un comienzo lento, pero el eagle en el 7 ha puesto las cosas en marcha y simplemente no he bajado el ritmo después”, afirmaba Lewis.
Su último putt es el final que todo jugador sueña. Habría ganado de cualquier manera si no lo hubiera embocado, pero el hecho de hacerlo demuestra la garra y la ambición con la que la estadounidense ha jugado durante la ronda final. Conseguía un birdie postrero para firmar su segunda tarjeta de 64 golpes (-7) en el torneo y así hacerse con un triunfo incontestable.
Además del suculento cheque de 195.000 $, la estadounidense se acerca a pasos agigantados al primer escalón mundial que actualmente ocupa la surcoreana Inbee Park, amenazada por los recientes buenos resultados de sus perseguidoras.
Una vez más, y ya es tónica general en el LPGA Tour, la mejor española ha sido Azahara Muñoz. Actuación discreta para la malagueña (nos tiene muy malacostumbrados en esta gran temporada), que ha finalizado en el trigésimo cuarto puesto lejos de las posiciones de cabeza, pero sumando un nuevo corte y ya son 18 superados de manera consecutiva.
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