Lexi Thompson ha pulverizado el récord de precocidad a la hora de lograr un triunfo en el LPGA Tour al hacerlo con 16 años y algo más de siete meses en el Navistar LPGA Classic, pero no tiene asegurado su futuro en el circuito femenino estadounidense.
Después de conseguir una espectacular victoria que la separa de otros ídolos adolescentes encumbrados por la maquinaria mediática estadounidense e imponerse por cinco golpes de ventaja a su compatriota Tiffany Joh, Lexi Thompson supo de boca del comisionado del LPGA Tour, Mike Whan, que tendrá que seguir luchando en la escuela de clasificación para ganarse una plaza para estar el año que viene en este circuito.
La misma edad que le ha permitido batir la marca de precocidad en el circuito es la que le impide acceder directamente al LPGA Tour, ya que a Lexi se le permite solo jugar con invitaciones y se le otorgó un permiso especial para acudir a la escuela de clasificación pese a no tener los 18 años establecidos como frontera, y esa es la única vía que tiene abierta la joven Thompson.
Aun así, desde diversos estamentos del LPGA Tour ya se ha dejado entrever que si Thompson o su entorno hicieran otra petición (similar a la que formularon en su momento para poder participar en la escuela), posiblemente se atendería.
Y es que Lexi Thompson sería una magnífica baza para un circuito dominado por las jugadoras asiáticas y huérfano de una referencia estadounidense desde hace muchos años, pese a la solidez de jugadoras como Cristie Kerr, Stacy Lewis, Morgan Pressel, Brittany Lincicome… dado que las tres últimas “tiranas” del golf mundial, Annika Sorenstam, Lorena Ochoa y Yani Tseng, son “foráneas”.
Las españolas Belén Mozo y Azahara Muñoz fueron espectadoras de excepción de la victoria de principio a fin de Thompson y acabaron compartiendo la quincuagésimo primera plaza con +2, después de jugar bajo par el último día tras superar su mala tercera jornada.
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