Llevamos tiempo sin recurrir a la popular fórmula de los top 10 para enfocar un artículo (aunque nuestra primera entrega, Las 10 mejores películas de golf de la historia, sea el artículo más leído de la web). Ergo, ya va siendo hora de que le metamos mano al asunto, y qué mejor manera que elaborar una lista de los jugadores más duros que jamás han pisado un green.
No obstante, en lugar de apabullaros con análisis biométricos sesudos para abordar este artículo, hemos preferido utilizar otro enfoque y movernos por un terreno que nos es mucho más familiar: el de las discusiones de barra de bar. ¿Os habéis planteado qué jugadores se manejarían bien en una pelea de artes marciales mixtas? ¿Ante qué jugador no se os ocurriría ni pestañear cuando está a punto de ejecutar un golpe? ¿Los caddies de qué jugadores cobran plus de peligrosidad?
Después de afinar la metodología de nuestro estudio (léase: apurar unas cuantas cervezas), nos dispusimos a elaborar la lista de los 10 tipos más duros que jamás han empuñado un palo de golf (con intención de jugar, claro está). Como veréis, hemos descartado a tirapalos y gruñones como Rory Sabbatini, Tommy Bolt, Woody Austin y Frank Lickliter (aunque sospechamos que este último daría bastante guerra en un cuadrilátero) y tampoco confiamos en la capacidad de John Daly de mantenerse sobrio bajo presión. Del mismo modo hemos prescindido de Tiger Woods pese a contar con un físico envidiable y haber proclamado hace tiempo que mentalmente era el golfista más duro. Su derrota por KO ante una rubia sueca hace poco más de un año ha pesado a la hora de sacarle de la lista.
No llegaron a entrar en este top 10 por poco algunos jugadores notables que se merecen una mención honorífica, como el fidjiano Vijay Singh, que estuvo un tiempo trabajando de gorila en la puerta de un pub de Edimburgo y se vio enfrascado en varias reyertas, o Jerry Kelly, jugador de aspecto afable pero con una bestia interior que le llevó a partirse la cara cuando jugaba al hockey sobre hielo con jugadores que posteriormente han sido estrellas en la NHL, como Mario Lemieux.
Sin más preámbulos, vamos con los 10 que sí se han ganado un hueco en esta “honorable” lista.
No os dejéis engañar por el aspecto apacible de este veterano tailandés, ganador de la Orden de Mérito del European Senior Tour. Ruangkit se dedicó a jugar al golf después de abandonar su incipiente carrera como kickboxer y aún sería capaz de dejar seco a casi cualquiera. No ocupa un puesto más alto en la lista porque solo disputó tres peleas como profesional… y en la tercera lo noquearon.
Will Mackenzie es el Bear Grylls de los golfistas. Es piragüista profesional (de aguas muuuuy bravas), caza, pesca, esquía, le vuelve loco la escalada libre, hace surf e incluso le da al heliboarding, la variante del snowboard en la que te suben en helicóptero a la cumbre que esté más en la quinta puñeta. En sus aventuras en piragua se ha dado con más rocas de las que recuerda, no tiene sensibilidad en varios dedos del pie por congelaciones, estuvo a punto de morir en una avalancha y más de una vez ha declarado que no sabe cómo sigue vivo. No nos extraña que conceda una importancia relativa a la pérdida de su tarjeta para 2011 en el PGA Tour.
A Trevino se le recuerda por no callarse ni debajo del agua, por su juego genial y combativo y por los bromazos que solía gastar. Pero el viejo Lee figura en esta lista por algo. Dejemos que lo explique él mismo: «Me ha caído un rayo y he estado cuatro años en los marines. He recorrido todo el mundo y he estado en cualquier sitio que puedas imaginar. No hay nada que me dé miedo, salvo mi mujer”.
11 años como paracaidista en el Real Ejército Tailandés. ¿Hace falta agregar algo más para justificar la presencia del menudo Jaidee en esta lista? Y no le colocamos más arriba porque, después de los dos primeros años, sus superiores le permitieron tomarse las obligaciones castrenses con cierta libertad para que pudiera centrarse en su carrera como golfista.
Al mirar a Choi es inevitable acordarse de Oddjob, el secuaz del bombín del malvado Goldfinger. Tienen la misma mirada glacial, una constitución similar y sospechamos que son igual de contundentes (aunque no vemos a Choi arrojando su visera a lo Oddjob). Choi, apodado “Tanque”, se dedicaba a la halterofilia y levantaba más del triple de su peso a la tierna edad de 14 años. Como refrendo de que no nos equivocamos al incluirlo en esta lista, hace unos años fue elegido por sus compañeros del PGA Tour como “jugador al que querríamos tener al lado en una pelea de bar”.
¿Qué se puede esperar de un golfista que, cuando se le pregunta por sus ídolos, mete en la misma frase a Jack Nicklaus y a Arnold Schwarzenegger o Magnus Ver Magnusson?
Jason Zuback se merece el apodo que le han endosado: Golfzilla. Este especialista en concursos de larga distancia tiene bíceps del tamaño de sandías, ha pegado más de un millón y medio de bolas de prácticas a lo largo de su carrera, se ha cargado más de 1.200 palos de golf y ha pasado más de 15.000 horas en el gimnasio levantando pesas.
Aquí tenéis una muestra del poderío de este animalito, cuando se prestó para intentar batir el récord mundial de velocidad de una bola en el programa Sport Science.
Todos los que conocen a Darren Clarke afirman que, pese a su aspecto rudo, es un tipo genial y afable y todavía nos tiembla el alma al recordar las lágrimas que derramó en el green del 16 del K Club abrazado a José Mari Olazábal en la Ryder de 2006. Aun así, todo el que se cruza con una de sus fulminantes miradas es consciente de inmediato de que no conviene tocarle las narices.
Al fin y al cabo, Clarke se ganó la vida durante un tiempo como barman en un pub norirlandés en plena ofensiva del IRA (y estuvo a diez minutos de morir en un atentado), jugó de flanker abierto en un equipo de rugby y gasta un físico de impresión. En cierta ocasión, antes de una competición match-play, un periodista estadounidense le preguntó que a qué jugador temía. Su respuesta: “Mido casi 1,90 y peso más de 100 kg. ¿A quién voy a temer?”
El golfista mexicano es un ejemplo de superación y resistencia que pasó de compartir una chabola con sus padres y 11 hermanos, de los que tuvo que hacerse cargo cuando falleció su padre, a jugar en el PGA Tour e incluso plantar cara a Tiger Woods en el espectacular final del Buick Open de 2002.
No obstante, figura en esta lista porque, antes de centrarse en el golf, Toledo se dedicó al boxeo profesional con gran éxito (llegó a combatir en Los Ángeles y Las Vegas) y acumuló un récord de 12 victorias y 1 derrota hasta que una peritonitis aguda le apartó del deporte de las doce cuerdas. Aun así, el recio Toledo seguiría siendo un mal cliente para cualquiera que se atreviera a provocarle.
El Cocodrilo Dundee del golf es célebre por su afición a la caza y la pesca, por sus atuendos de camuflaje y por sus aforismos, que aún intentamos decidir si son el paradigma de la estulticia o producto de una mente genial. Sinceramente, no sabemos cómo catalogar a alguien que ha luchado a brazo partido con varios caimanes o que en sus años mozos se atrevió a boxear contra un orangután (que lo noqueó) en la típica feria de pueblo sureño, pero nos queda claro que es un tipo duro (y seguramente inconsciente).
Chicago, 1933. Los asistentes a la segunda vuelta del Western Open (torneo clásico del PGA Tour con más de 100 años de historia, el actual BMW Championship) observan con curiosidad cómo ocho policías de paisano abordan en el green del hoyo 7 a Vincent Gebhardi, profesional del campo Evergreen Golf Course, y le comunican que queda detenido. Gebhardi les pide que le dejen acabar su vuelta y los policías acceden de manera sorprendente y se mezclan con el público que sigue su partida. Gebhardi, que lleva una vuelta ordenada, se ve afectado por la presencia policial y acaba firmando un 86, 16 sobre par y muy lejos de pasar el corte. Posteriormente, según lo convenido, es detenido por los representantes de las fuerzas del orden.
¿Quién era este hombre y qué hace en esta lista? Vincent Gebhardi era uno de los alias de Vicenzo Antonio Gebardi, más conocido como Jack “Ametralladora” McGurn, mafioso italoamericano que pertenecía a la banda de Chicago de Al Capone y que tenía 25 asesinatos a sus espaldas. Se cree que McGurn fue uno de los ideólogos de la masacre del día de San Valentín y que su puntería con la ametralladora Thompson estaba a la altura de su habilidad con los palos de golf. Sin duda, el hombre más peligroso de esta lista.
¿Qué os parece la lista? ¿Os sobra alguien? ¿Echáis a algún jugador en falta? Por supuesto, no dejéis de hacernos llegar vuestros comentarios o críticas, que estamos dispuestos a encajar deportivamente. Confiamos en que este artículo al menos sirva para dar pie a unas cuantas discusiones interesantes… y si pueden ir acompañadas de una cervecita, mejor que mejor.
3 comentarios a “Los diez golfistas más duros de la historia”
[…] This post was mentioned on Twitter by Alfonso Martínez, Crónica Golf. Crónica Golf said: Llevamos tiempo sin recurrir a la popular fórmula de los top 10 para enfocar un artículo (aunque nuestra primera… http://fb.me/MVkMSFL9 […]
Me ha encantado Oscar!!!!
Interesante y muy curioso artículo.
Me quedo con Will Mackenzie, no por su dureza sino por saber apreciar más cosas que nos regala la vida aunque este eliga solo aquellas que conllevan riesgo extremo. Saber disfrutar de la montaña es una auténtica virtud.
Curioso también como la disciplina oriental mezclada con el rigor militar dona a la causa excelentes golfistas.
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