La primera jornada del Open de España ha sido pródiga en acontecimientos y algunos de los españoles han sido protagonistas y transmitían sus sensaciones a los medios congregados en el recorrido barcelonés de El Prat.
EDUARDO DE LA RIVA (66 golpes, -6)
El barcelonés jugaba en casa en un recorrido que conoce muy bien y que tantas alegrías a dada a los miembros de la saga familiar a la que pertenece, aunque en puridad fuera en el antiguo campo desaparecido por la ampliación del aeropuerto. De la Riva empezaba con una racha espectacular de eagle-birdie-birdie para colocar un gran -4 en el marcador después de solo tres hoyos, una sólida base para afianzar la vuelta.
«Estoy encantado con mi comienzo, es la mejor vuelta del año. He comenzado muy bien, con eagle en el 10. He pegado un muy buen drive, un buen segundo golpe asegurando la calle y desde 100 metros la he metido. Sabía que era muy buena nada más darle, pero de ahí a que entrara, es un poco de suerte», recordaba De la Riva, que no obstante se mostraba muy prudente ante la dureza del recorrido.
«En este campo no te puedes confiar aunque empieces bien, la puedes liar en cualquier momento. Estoy muy contento, no he hecho ningún bogey. Conozco perfectamente el campo y eso ayuda, pero es muy difícil hacer seis bajo aquí», explicaba. «El campo está duro, con el calor que está haciendo han regado más, pero por las tardes, si sopla el viento, va a estar muy duro, creo que el resultado final llegará a doble dígito».
Con respecto a las posibles ventajas de jugar en casa, De la Riva se mostraba pragmático.
«La diferencia de jugar un torneo en tu ciudad es que te vas a tu casa a dormir y no tienes la sensación de torneo al cien por cien, pero en el campo juegas como siempre».
ADRIÁN OTAEGUI (68 golpes, -4)
El donostiarra está cuajando una temporada muy regular, aunque el movimiento ha caracterizado su primera vuelta en El Prat. Aun así, ha salido bien parado del trance y ha rematado con un buen arreón final.
«Este -4 es un buen resultado en un campo tan exigente como es este. Ya estamos viendo los resultados que se están dado. Estoy contento, aunque no ha sido una vuelta especialmente consistente; de -2 me he puesto al par y luego he hecho -4 por la segunda vuelta. Ha habido un poco de todo, golpes buenos y malos, pero me quedo con que he tenido mucha paciencia. Eso es muy importante», recapitulaba Otaegui, que vuelve a la acción esta semana después de un pequeño paréntesis.
«Llevaba tres semanas sin competir y eso se nota. Por suerte, a medida que ha ido avanzando la vuelta me he ido encontrando mejor. Me noto bien en el Circuito Europeo, cogiendo confianza y sobre todo aprendiendo mucho, que es lo que tengo que hacer».
El vasco también ha sorprendido con sus frondosas patillas y avisa de la posible permanencia de su nueva imagen.
«En cuanto a mi cambio de ‘look’… ¡siempre he querido ser un bandolero! (Risas). Si gano aquí, igual me lo dejo».
MARIO GALIANO (69 golpes, -3)
El amateur Mario Galiano ha tenido un estreno soñado en su primer Open de España. Aunque la temporada no está resultando fácil para él, especialmente cuando ha tenido que enfrentarse a profesionales, el inicio del gaditano apunta a un notable cambio de tendencia.
«Ha sido un día muy especial para mí, era mi primer torneo del Circuito Europeo, además, qué mejor que el Open de mi país. Tenía muchas ganas de hacerlo bien, lo he conseguido y no puedo estar más contento. He salido muy nervioso pero lo he podido controlar», resumía Galiano.
El undécimo mejor amateur del mundo según el ranking del R&A jugó con Sergio García el martes y el castellonense le dio un par de buenos consejos.
«Tuve la suerte de jugar el martes con Sergio y allí se me fueron los nervios porque más presión no podía tener. Los siete primeros hoyos iba “cagao”… me dijeron que me relajara y a partir de ahí mejoré y pude dar algunos golpes buenos al final. Le comenté a Sergio que estaba un poco rallado en los tees de salida, porque si no sales bien, te entra mucha inseguridad con los hierros, con el putt y caen los bogeys. Él me dijo que tranquilo, que un día coges una sensación buena y ya vas arriba, que no me preocupara. Intenté hacerle caso y los segundos nueve jugué mejor, cogí buenas sensaciones, igual que ayer en la cancha de prácticas».
Sus planes para este año pasan por volver a jugar la escuela como amateur y ver qué sucede. De momento, quiere apurar sus opciones en un campo que le trae magníficos recuerdos, ya que el año pasado obtuvo en él el triunfo en la Copa Barcelona. Esta semana es fundamental para su proceso de aprendizaje y para asimilar qué le separa de los jugadores profesionales.
«En el toque de bola del approach, que se me da bien, no veo tanta diferencia entre mi juego y el de los profesionales, pero ellos saben hacer muy pocas jugando bien o mal y eso se consigue con experiencia. Es lo que me hace falta, jugar torneos como este para hacerme mejor jugador».
ÁLVARO QUIRÓS (69 GOLPES, -3)
El guadiareño está sumido en una lucha interna que le lleva por la senda de la desconfianza en cuanto algo se tuerce, pero en la primera vuelta del Open ha conseguido meterse a sí mismo en vereda y rematar una gran vuelta.
«Ha sido buena vuelta al final, pero el comienzo fue malo, en la tónica de este año, titubeando. He fallado putts muy cortitos y parece que todo se viene todo abajo, termino sin creer ni en las distancias que pego. Sin embargo, he hecho birdie al 16, la había dejado a un metro, y me he reenganchado a la vuelta, he cambiado la actitud y aunque he seguido fallando golpes, he sido capaz de olvidar lo negativo», recapitulaba Quirós.
Parece que, en ocasiones, su discurso es un caparazón con el que pretende protegerse, pero Quirós insiste en que su pérdida de confianza tiene fundamento.
«No es que me infravalore, pero cuando me lesioné y volví en 2013 perdí confianza no sé por qué razón. Desde entonces, aunque el juego no ha sido malo, la forma de pensar ha sido siempre negativa, tiendo a pensar dónde no debe ir la bola en lugar de centrarme en dónde quiero ir. Este año he conseguido cambiar la mentalidad y encadenar varios hoyos buenos, pero cuando fallo putts que debería meter, me vuelvo a meter en el pozo. Hoy ha sido así en el 14, en el que he fallado un putt de un metro, pero lo positivo es que he remontado y he jugado los últimos 12 muy bien», resumía el campeón del Open de España 2010. «El hecho de hacer bajo par hoy no es importante, el campo estaba muy franco y hemos jugado en condiciones perfectas. Lo positivo ha sido saber salir del pozo».
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