La revolución tecnológica que estamos viviendo a nivel audiovisual con la aparición de los drones, cuadricópteros o las cámaras Go Pro, son un auténtico filón para los amantes de los deportes que graban sus gestas y hazañas o simplemente sus pasatiempos del fin de semana como si de un montaje para la ESPN se tratara. Por supuesto, el golf no podía quedar fuera de juego y la red está plagada de vídeos, mejor o peor editados, que nos permiten ver nuestro deporte de otra manera.
En el caso de drones y cuadricópteros, los vídeos cobran otra dimensión ya que el poder elevar el ángulo de grabación nos ofrece perspectivas especiales tanto del hoyo, si estamos en el green de salida, como del recorrido de un putt en el green, algo que hasta ahora se circunscribían al ámbito de las retransmisiones profesionales.
Lo que no podíamos esperar es que en una de las grabaciones colgadas en al red, además de poder observar diferentes aspectos sobre lo que sería una mañana de golf entre amigos, seríamos testigos de una película de terror en el mismo metraje. O eso se deduce del montaje final que realizaron los protagonistas del vídeo tras sufrir el dron el ataque de un ganso canadiense que veía peligrar su territorio por el extraño aparato aéreo. La música de la película Tiburón previa al ataque y el plano final con el artilugio caído en el suelo, al estilo de las películas de terror grabadas cámara en mano, son el punto cinéfilo que le da el dueño del dron al vídeo y que nos dejan con ganas de una segunda parte.
Por cierto, ni el ganso ni el dron sufrieron daños durante la grabación del vídeo.
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