Blog
Los primeros cambios en el Old Course de Saint Andrews desde 1949
Enrique Soto | 26 de noviembre de 2012
El recorrido más emblemático del mundo podría cambiar varios elementos de su diseño con motivo del Open Championship, que se disputará allí en el año 2015. Las razones quedaron a la vista durante la disputa del último Alfred Dunhill Links Championship, donde durante varios días sin viento Victor Dubuisson y George Coetzee llegaron a firmar 62 impactos (diez bajo par), mientras que en 2010, Rory McIlroy firmó la vuelta más baja realizada en un major con un resultado de 63. Saint Andrews comienza a quedarse atrás en la interminable carrera contra la tecnología y la Royal & Ancient quiere paliar unos efectos que podrían ser perjudiciales para la cuna del golf. Se podría llegar a hablar del Old Course como uno de los campos más asequibles para los profesionales.
Durante el pasado verano, una delegación formada por el arquitecto Martin Hawtree, Peter Dawson (director ejecutivo de la R&A), Jim McArthur y representantes de St. Andrews Links Trust (que dirigen el Old Course y otros seis campos) se reunió para hablar de posibles variaciones al recorrido. El objetivo consistía en ampliar el desafío que supone el campo para los mejores jugadores del mundo sin afectar al club y a los visitantes que llegan cada año. Las recomendaciones de Hawtree (que entre otros diseños, incluye Royal Birkdale) recibieron la aprobación de los presentes y se dividieron los trabajos en dos fases: este invierno y el siguiente. La primera alteraría los diseños de los hoyos 2, 7, 11 y 17; mientras que la segunda lo haría en el 3, 4, 6, 9 y 15.
La mayoría de las reformas incluyen la colocación de nuevos bunkers, la ampliación de algunos ya existentes o la remodelación de alguna entrada a green. “Hemos considerado el desafío presentado a los mejores jugadores en cada una de las sedes del Open Championship y llevado a cabo un programa de mejoras durante los últimos diez años”, comentó Peter Dawson al respecto. “Mientras que algunos hoyos del Old Course han sido alargados los últimos años, ha permanecido prácticamente inalterado durante mucho tiempo. El Comité del Open Championship sintió que había una oportunidad de hacer más fuertes sus defensas en algunos lugares para asegurarse de que supone un verdadero desafío para los profesionales. Las propuestas de Martin Hawtree deberían exigir más precisión y control de la bola mientras que mantienen el espíritu y carácter del Old Course”.
Primera fase
En el hoyo 2, los dos bunkers cortos y a la derecha de green serán movidos al borde derecho de green. El suelo a la derecha del green también será remodelada para crear más ondulaciones y la anchura del tee del 3 será reducida para poder llevarlo a cabo. Dos bunkers a la derecha de la calle, cerca del tee del 3, también serán eliminados.
En el hoyo 7, la gran depresión en la zona de caída de la calle será allanada y se creará un ligero montículo. El área derecha de green será remodelada para crear más ondulaciones.
En el hoyo 11, la zona posterior izquierda del green se bajará de nivel para crear más opciones para colocar banderas.
En el hoyo 17, el bunker cercano a la carretera será ampliado medio metro por la derecha y una pequeña porción del green será remodelada para permitirlo, consiguiendo que aterricen más golpes en esa zona.
Segunda fase
En el hoyo 3, se eliminará el primer bunker de la derecha y se añadirá uno nuevo en el mismo lado a unas 275 yardas del Championship tee.
En el hoyo 4, se reducirá el montículo de la parte izquierda de la calle y se moverá el bunker a la derecha del green hasta el borde. El suelo en la parte posterior derecha del green será también remodelado.
En el hoyo 6, se reformará la superficie a la derecha del green.
En el hoyo 9, se añadirá un bunker de calle corto y a la izquierda de green, a unas 25 yardas de la parte izquierda del mismo.
En el hoyo 15, se reformará el suelo de la parte posterior derecha del green para crear más ondulaciones.
Las intenciones detrás de estas reformas son aumentar la dificultad del recorrido y, como muchos otros campos a lo largo de los últimos años, se ha optado por reformar el diseño original. Son ya muchas las voces que claman por una vía distinta, en la que una regulación sobre la distancia de los últimos modelos de bolas se vea considerablemente reducida para que se pueda jugar el mismo recorrido que hace unas décadas. Puede que el riesgo a asumir sea grande, pero lo será aún más si estas modificaciones en Saint Andrews no terminan de cuajar entre los profesionales y se pervierte un diseño que lleva prácticamente intacto más de sesenta años. Al igual que en el caso de los putters largos, la regulación sobre los últimos modelos de bolas se está haciendo esperar mucho y las consecuencias pueden llevarse de por medio nada menos que al Old Course.
Deja un comentario