Viendo el éxito que tuvieron los swings más raros del mundo, no podíamos dejar escapar la ocasión de añadir una segunda parte. Como sabéis, queríamos ir un poco más allá de lo que nos ofrecían Bubba Watson y Jim Furyk, pero esta vez hemos buscado jugadores que le pegaran bien a la bola. Si hubieran ido a un profesor siendo adolescentes, se hubiera echado las manos a la cabeza. Bueno, puede que no tanto como con el swing ninja.
Josh Broadaway. Tres victorias en el Web.com Tour a lo largo de su carrera, incluyendo una cuarta posición esta temporada. El swing os parecerá muy normal, hasta que veáis su grip. Sí, Josh coge el palo al revés.
Allen Doyle. Once triunfos en el Champions Tour y el backswing más corto de la historia.
Natalie Gulbis. Una victoria adorna el palmarés de Natalie, una de las golfistas más populares del mundo. ¿Pero se han fijado en su swing? Un consejo: siéntense y no se imaginen imitándola.
Miller Barber. La suya sí es una carrera plena. Once victorias en el PGA Tour, veinticuatro en el Champions Tour y el inventor del concepto “ala de pollo”.
Eamonn Darcy. Cuatro victorias en el Circuito Europeo y otras tantas apariciones en la Ryder Cup. No preguntes cómo, sino cuántas has hecho.
Moe Norman. Se dice que el bueno de Moe era uno de los mejores pegadores de la historia. Sus diecisiete hoyos en uno como profesional podrían ser una buena prueba de ello, pero también sus cincuenta y cinco triunfos en el Circuito Canadiense. Dicen que las personas peculiares tienen siempre un swing distinto. Él es un buen ejemplo.
Jim Thorpe. Piensen en un helicóptero. Ahora vean el swing de Jim, que tuvo tiempo de ganar tres veces en el PGA Tour, trece en el Champions Tour y pasar una temporada en la cárcel.
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