La semana previa al Open Championship no podía terminar de mejor manera para el número 1 del mundo. Luke Donald ha conseguido su tercera victoria de la temporada en este Barclays Scottish Open reducido a 54 hoyos después de conseguir un magnífico -9 en la última vuelta y batir con contundencia a todos sus rivales.
Si en días anteriores hablábamos de Westwood o McDowell como candidatos al título en Escocia y al próximo Open Championship que se jugará en Royal St. George’s la semana que viene, Donald ha dejado patente que pretende hacer valer su condición de líder del ránking mundial dondequiera que juegue.
En una época marcada por la contundencia desde el tee y el trazo grueso en muchos jugadores, Donald es un golfista de pincelada fina y precisión de tiralíneas, capaz de llevar a cabo todo tipo de golpes y con un instinto asesino que hasta hace poco reservaba para la Ryder y que ahora saca a relucir en las citas más importantes del calendario.
Sus cuatro golpes de ventaja sobre Fredrik Andersson Hed (espectacular el sprint final del sueco) y cinco sobre el primer grupo numeroso de perseguidores (en el que destacan Ángel Cabrera y el local Scott Jamieson, destinatario de la última plaza en juego para el Open Championship) justifican la superioridad del inglés ante uno de los mejores planteles de la temporada, como los que tuvo que afrontar en sus otras dos victorias del año (el Accenture Match Play y el BMW PGA Championship).
Los dos españoles en activo en la tercera y definitiva jornada en Castle Stuart rozaron la hazaña y tuvieron que conformarse con clasificaciones meritorias pero escasas dado el juego exhibido. Por un lado, Carlos del Moral conseguía una remontada espectacular (llegó a colocarse -8 en el día, metido sobradamente en el top ten) pero un doble bogey en su último hoyo fue la culminación cruel para un torneo que, no obstante, le servirá para sumar unos valiosos euros y acercarle a la consecución de la tarjeta para el año que viene.
Por otro lado, José Manuel Lara llegó a estar segundo, pero el putter se enfrío a partir del hoyo 14 (marró tres claras ocasiones de birdie en los hoyos 14, 15 y 17, y tripateó en el 16) y quedó fuera del top ten con un bogey final en el 18 después de irse de segundo golpe a la zona arenosa (y empapada) que custodia el green de este último hoyo, cuando el birdie le habría metido en la tercera plaza y en el Open Championship. Final cruel y posiblemente inmerecido para el valenciano, aunque hay muchas más luces que sombras en su actuación.
En el resto del anecdotario, cabe destacar el desplome de Graeme McDowell después de un 9 en el hoyo 12, la buena actuación del estadounidense Matt Kuchar, décimo clasificado, y el vano intento de Colin Montgomerie por ganarse el pasaporte para el Open, torneo que no jugará por primera vez en más de 20 años.
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