Al otro lado del Atlántico, el golf estadounidense sigue en estado de shock tras el paupérrimo resultado de sus mejores espadas en el Abierto de los Estados Unidos, e inicia con el The Travelers Championship (1.080.000 $ y 500 puntos de la FedEx Cup al ganador) la vuelta a la normalidad de un circuito donde cada vez está dejando de ser menos noticia el hecho de que los titulares de la prensa deportiva se los lleve un golfista no miembro del PGA Tour. Además, Chubby Chandler (mánager y cabeza visible de ISM) desliza en sus declaraciones que Rory McIlroy no hará uso de las prebendas de su flamante entorchado para realistarse en el tour yanqui en 2012.
Al menos les queda el consuelo de la enorme facilidad con la que logran cerrar y sustituir patrocinadores, siendo el The Heritage el último gran clásico en salvarse de la quema tras el salvador rescate del banco canadiense RBC y el gigante aeronáutico Boeing. Si hace unos meses hablábamos de la delicada situación del Bob Hope Classic y el torneo de Hilton Head, ahora hemos de alabar la fortaleza de un PGA Tour donde, no obstante, aún confían en la recuperación de Tiger Woods para poder mantener las bondades de un contrato televisivo que expira a finales de 2012.
Con el The Travelers Championship se inicia la cuenta atrás de nueve semanas para que dé comienzo la fase de playoffs de la FedEx Cup (The Barclays, del 25 al 28 de agosto), y aunque esta circunstancia quede relegada a un segundo plano por la abrumadora actualidad que genera la cercanía del The Open Championship y el US PGA Championship, lo cierto es que es algo que seguramente tendrán en cuenta los golfistas desplazados al TPC River Highlands.
Los orígenes del Travelers Championship, que este año conmemora su sexagésima edición se remontan a 1952, cuando The Greater Hartford Jaycees (fundación benéfica dedicada desde 1920 a la promoción de jóvenes valores que revierta en el progreso de la comunidad) vio en la organización de este campeonato el vehículo ideal para la obtención de fondos con los que financiar sus actividades.
En la actualidad, los Jaycees (como son comúnmente conocidos) se encuentran muy arraigados en la sociedad estadounidense. Desde antiguos presidentes de la nación, como Bill Clinton, Ronald Reagan y Gerald Ford; hasta líderes de grandes multinacionales, como Domino’s Pizza. Hasta 2003, el torneo llevó en su título el apellido de la fundación. Desde entonces, Buick, primero, y Travelers, en la actualidad, les sucedieron como patrocinadores principales del campeonato, uno de los más populosos del PGA Tour.
Trasladado a la semana posterior del The US Open Championship con la aparición de la FedEx Cup, desde 1991 viene disputándose en el TPC River Highlands, uno de los diez mejores recorridos del estado de Connecticut por la revista Golf Digest, y el mejor campo privado del estado según la Connecticut Golfer Online durante seis años consecutivos.
Este parkland de 6.844 yardas, par 70, es el fruto del trabajo de los prestigiosos arquitectos Peter Dye (1982) y Bobby Weed & PGA Tour Design Services (1989), sobre un diseño original de 1928, cuando el campo de golf era conocido como Middeltown Golf Club.
De acuerdo a las estadísticas del PGA Tour de 2010, el TPC River Highlands es uno de los campos más asequibles de la temporada (36º de 51): tercero con menor longitud, tercero con los pares cuatro más asequibles… si bien presenta “uno de los finales más emocionantes del mundo”, en palabras de Stewart Cink, vencedor en 1997 y 2008.
Los hoyos 15, 16 y 17 están muy influenciados por el enorme lago que bordea la derecha de la calle del 17; lo que unido a los críticos emplazamientos de los búnkeres en el 18 bien podrían justificar la afirmación del ganador del The Open Championship de 2009.
Bubba Watson (13º OWGR) defiende el título logrado el año pasado cuando derrotó en el segundo hoyo del desempate a sus compatriotas Corey Pavin y Scott Verplank. Con esta victoria comenzó a cambiar la suerte del pegador golfista de Bagdad (Florida… no Iraq) que esta temporada ya ha ampliado su palmarés con rutilantes triunfos en San Diego y Nueva Orleans.
Del resto de la nómina de jugadores reunida en la ciudad de Cromwell podemos destacar al ganador del Volvo World Match Play Championship de 2011, el inglés Ian Poulter (14º), a los estadounidenses Nick Watney (15º, WGC Cadillac Championship), Jim Furyk (irreconocible en la decimonovena posición del ránking mundial), al cazador Mahan (20º, WGC Bridgestone Invitational de 2010) y David Toms (recuperado para la causa tras su entorchado en el Colonial texano).
El australiano Aaron Baddeley (Northern Trust Open), el escocés Martin Laird (25º OWGR, Arnold Palmer Invitational), o los norteamericanos Brandt Snedeker (The Heritage) y Lucas Glover (Wells Fargo Championship) son algunos de los ganadores de este año en el PGA Tour que no se han tomado libre la semana de resaca del The US Open Championship.
Kenny Perry hace un alto en su calendario de Champions en calidad de antiguo vencedor del Travelers Championship (2009), mientras que el irlandés Pádraig Harrington y el fidjiano Vijay Singh sobresalen con sus tres salmones en una más que interesante lista de majoristas donde John Daly volverá a gustarse en su papel de ídolo de masas, y el australiano Geoff Ogilvy (35º OWGR, The US Open Championship de 2006) tratará de reencontrarse con el equilibrio de su juego en una temporada donde solo brilla el cuarto puesto en el The Masters Tournament.
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