Na Yeon Choi salía el sábado en la tercera jornada del US Women’s Open a cuatro golpes de la líder Suzann Pettersen. 18 hoyos más tarde, la coreana aventaja en 9 golpes a la noruega tras la vuelta de 65 (-7) de Choi y la de 78 (+6) de Pettersen. Es solo una prueba de lo que puede ocurrir en el campo de Blackwolf Run, donde Choi partirá como líder en la ronda final con una ventaja de 6 golpes sobre su compatriota Amy Yang.
Visto lo visto, puede que esos 6 golpes no sean suficientes si el recorrido de Pete Dye se le atraganta a la coreana al igual el domingo al igual que le ocurrió en la tercera jornada a numerosas jugadoras de talla mundial. De las 65 que pasaron el corte, 19 firmaron tarjetas de 80 o más golpes, algo inaudito en un torneo regular del LPGA. Otro ejemplo de lo que puede hacer la sede de este US Women’s Open con cualquier jugadora.
Nos podríamos hacer varias preguntas tras ver estos datos. Por ejemplo, ¿cómo es posible que Choi haya hecho 65 golpes (-7) en el mismo campo donde, por ejemplo Sophie Gustafson firmó 85 golpes, 20 más que la coreana, en la misma jornada? Respuestas hay varias.
Y es que los números de Choi en esta tercera jornada rozan la perfección. Cogió 12 de 14 calles y 15 de 18 greenes, en los que hizo un total de 26 putts y sólo un tripateo en forma de bogey, sú único del día, en el hoyo 13. Con ocho birdies, éste quedaba como una mera anécdota. Su juego largo fue una mezcla de una seguridad asombrosa desde el tee, tiros a tres metros de bandera convertidos posteriormente y una gran facilidad para dejarse putts para par de trámite cuando pateaba lejos de bandera.
Con todo ello, firmó la tercera vuelta más baja en la historia del US Open femenino, colocándose en perfecta disposición para ganar su primer grande tras haber cosechado ya cinco victorias en el LPGA. Una charla de ánimo por parte de su entrenador antes de comenzar la ronda fue el empujón perfecto para la surcoreana, quien podría repetir el éxito cosechado en este mismo campo y en este mismo torneo en 1998 por su compatriota Se Ri Pak.
Azahara Muñoz se convirtió en la mejor española tras firmar su tercer (y meritorio) 73 (+1) consecutivo. Un resultado que nada más acabar la situaba cerca de la vigésima posición pero que según Blackwolf Run se iba cobrando víctimas, la llevó hasta el puesto 15. Si la última jornada es tan dura como se espera, tiene a su alcance un puesto en el top ten o, por qué no soñar, una posición cercana al podio. Solo cinco golpes la separan de la segunda, y en Blackwolf Run esa cifra es una fruslería.
Beatriz Recari tuvo un día complicado que se acabó traduciendo en un 76 (+4) con el que ocupa la vigésimo quinta plaza. Carlota Ciganda, tercera española en pasar el corte, marcha cuadragésimo primera después de su tercera vuelta de 77 (+5).
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