Zona Pro
McIlroy remata en el BMW PGA Championship en su torneo más emotivo
Redacción | 25 de mayo de 2014
McIlroy, con el trofeo del BMW PGA Championship
A estas alturas Rory McIlroy tiene poco que demostrar, pero al peso de las expectativas que suele cargar sobre sus hombros se le añadió el peso de las miradas centradas en él a raíz de su ruptura con Caroline Wozniacki. Sin duda, la sincronización del anuncio distó de ser la ideal: en la sede del European Tour, al alcance de la incisiva prensa británica y en pleno torneo estelar del calendario europeo en un año Ryder. Huelga decir que su respuesta ha sido magistral.
El norirlandés partía a siete golpes de un Thomas Björn que parecía haber finiquitado el torneo con su espectacular racha del final de la tercera jornada, cuando acababa con cinco impactos de margen sobre Luke Donald. Solo un improbable tropiezo (o varios) del danés podría abrir la puerta a sus rivales, y eso fue lo que sucedió. En su caída parecía que arrastraba a Donald, su compañero de partido, ya que ambos salían del hoyo seis con dos triples bogeys letales, pero Donald respondía con cinco birdies en sus diez hoyos siguientes y Björn reaccionaba a última hora, con birdies en el 16 y el 17.
Antes, McIlroy había hecho los deberes, especialmente en la segunda mitad del recorrido, y colocaba el -14 en el marcador fruto de su 66 final. Como espectador de lujo de su exhibición, un Pablo Larrazábal que no anduvo demasiado lejos de engancharse a la lucha por el título y a quien una mala racha entre el 10 y el 13 restaba todas sus opciones.
Con McIlroy como líder, Donald y Björn necesitaban un eagle en el último hoyo para forzar el desempate, pero el inglés encontró el agua y el danés tampoco pudo convertir su tercer golpe.
«Llevaba 18 meses sin ganar en el European Tour y hacerlo en su torneo más emblémático… no se puede pedir más», explicaba McIlroy. «Sabía que estaba jugando bien. Lo pasé mal el viernes, pero el fin de semana he jugado muy bien. Tuve suerte de que algunos de los que iban por delante cometieran errores y lo aproveché».
Pero quien quiera meter su relación con Wozniacki en el debate y aprovechar el dato de los 18 meses sin ganar en el European Tour, que eche una ojeada rápida a los resultados del norirlandés de los últimos seis meses en el European Tour, el PGA Tour of Australia y el PGA Tour: una victoria y nueve top ten en doce torneos, con un vigésimo quinto puesto como peor resultado. Y con la tenista a su lado, todo sea dicho.
La mejor noticia, obviamente, es que Rory McIlroy parece afrontar con garantías el tramo más importante de la temporada y llega al US Open en plena forma. Ya solo falta ver si el blindaje con el que ha sabido protegerse durante este torneo resiste el escrutinio ajeno durante los próximos meses.
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