Rory McIlroy quiere desactivar cuanto antes la posible polémica acerca de su participación en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y, probablemente aconsejado por Conor Ridge y las mentes pensantes de su agencia de representación, Horizon Sports Management, ha hecho pública una carta abierta en la que pretende zanjar de momento la cuestión e impedir que se convierta en una distracción recurrente ahora que se ha asentado en el número 1 del mundo y se postula como gran dominador del golf mundial.
McIlroy ha decidido publicar esta carta en su cuenta de Twitter para contrarrestar de algún modo el artículo publicado hoy en el inglés Daily Mail en el que se le cita diciendo que siempre se ha sentido «más británico que irlandés», una declaración que levantará más de una ampolla en la verde Irlanda.
La cuestión no es baladí. Norirlandés de origen católico, McIlroy se encuentra en el fuego cruzado de los que quieren que represente al equipo británico o los que le piden que opte por el equipo irlandés, algo que ya ha hecho en repetidas ocasiones durante su época amateur o incluso en la Copa del Mundo. Curiosamente, los mismos que ponen en un brete a McIlroy ni se plantean la misma circunstancia con Graeme McDowell, protestante, al que consideran «asignado» al equipo británico en caso de que se clasificara para Río 2016.
Además de las ramificaciones «geopolíticas», la decisión de McIlroy también tiene implicaciones deportivas. Según el sistema de clasificación para los Juegos Olímpicos, en principio participarán 60 golfistas y accederán a esta competición los 15 mejores del mundo de manera automática, aunque con un tope de cuatro representantes por país. A partir de ahí, se seguirá el ranking para ir completando el plantel con un máximo de dos jugadores por país, y si un país ya cuenta con dos jugadores en el top 15 del mundo, “correría turno”. De este modo, y si tomamos como referencia el ranking mundial actual, si McIlroy optara por jugar con Irlanda «echaría» de los Juegos al segundo golfista de la República de Irlanda, Shane Lowry, mientras que si jugara por Gran Bretaña los cuatro golfistas clasificados de este país serían McIlroy, Donald, Westwood y Rose.
Uno de los posibles afectados, Padraig Harrington, ya ha declarado que espera que McIlroy opte por jugar con Gran Bretaña para que haya más irlandeses en la competición (unos representando a Gran Bretaña y otros a la República de Irlanda), pero la decisión queda en manos del actual número 1 del mundo… aunque hábilmente ha decidido postergarla para evitar el ruido de fondo que se lleva generando desde hace meses.
Por desgracia, una vez más la política y la religión se mezclan con el deporte y, pese a la hábil maniobra de Rory McIlroy, es probable que sus esfuerzos sean en vano y vuelva a tener que afrontar preguntas al respecto en breve.
Por último, os adjuntamos la traducción íntegra de la carta abierta de Rory McIlroy, que tenéis en inglés en el enlace anterior.
Carta abierta de Rory McIlroy
Después de haber ganado tres de los cuatro últimos torneos que he jugado, incluido mi segundo “grande”, confiaba en que mi éxito en el campo de golf fuera hoy el tema de conversación más popular. Sin embargo, ha reaparecido la cuestión de mi identidad cultural y, con ella, el asunto de mi lealtad nacional de cara a los Juegos Olímpicos de Río en 2016.
Me encuentro en una posición extremadamente delicada y difícil, y así lo transmití en una entrevista reciente. Me siento orgulloso de ser un producto de la cantera irlandesa y de la Federación Irlandesa y es todo un honor que mis raíces deportivas sean irlandesas, ya que gané los títulos de Irish Boys, Irish Youths e Irish Amateur y he representado a Irlanda a todos los niveles. También me enorgullezco de ser habitante del Ulster y de haberme criado en Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido. Esos son mis orígenes y siempre lo serán.
Recibo un gran apoyo de los aficionados irlandeses y británicos y se lo agradezco enormemente. Del mismo modo, siento una gran afinidad por los aficionados estadounidenses. Últimamente juego más en Estados Unidos y me siento muy orgulloso de haber ganado el US Open y el US PGA Championship en los dos últimos años. Como deportista internacional, tengo la fortuna de contar con el apoyo de gente de todo el mundo que me considera uno de los suyos, independientemente de su nacionalidad o de la mía. Así es como debe de ser el deporte.
Desde que me hice profesional con 18 años, he recorrido el mundo practicando el deporte que tanto amo y me considero un jugador global. Como actual número 1 del mundo, quiero dar un ejemplo positivo y ser un deportista que la gente respete y con el que disfrute. Me siento muy afortunado por estar en disposición de dedicarme profesionalmente al deporte que amo y de disfrutar del éxito que se ha cruzado en mi camino.
Deseo aclarar que en absoluto he tomado una decisión con respecto a mi participación en los próximos Juegos Olímpicos. A nivel personal, participar en los Juegos Olímpicos sería un gran honor. Sin embargo, aún faltan cuatro años para los Juegos de Río y todavía no voy a tomar ninguna decisión acerca de mi participación.
Los Juegos Olímpicos serán magníficos para el desarrollo del golf a escala global, pero ahora mismo estoy centrado en ser el mejor jugador que pueda, en intentar ganar “grandes” y en aportar mi grano de arena al equipo europeo de la Ryder, que espero que se imponga en el próximo enfrentamiento contra Estados Unidos.
Por último, me gustaría dar las gracias a todo el mundo por el increíble apoyo que recibo en todo el mundo cada vez que juego. Os lo agradezco enormemente.
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