Es de perogrullo, pero en match-play no hay que dar nada por sentado. Si echamos un vistazo a la tarjeta de Jim Furyk en su partido de semifinales del Cadillac Match Play, veremos que se ponía por delante en el hoyo 15 con un espectacular birdie después de jugar el hoyo de libro, y a partir de ahí lograba otro birdie en el 16, sacaba un buen par en el 17 y en el 18 se dejaba otro putt para birdie… Al observar la tarjeta cabría suponer que se había agenciado el triunfo, pero lo cierto es que ni siquiera tuvo la oportunidad de intentar embocar el birdie del 18, ya que Rory McIlroy cerraba el partido con dos birdies y un monstruoso eagle en ese compromiso para cerrar un partido que empezó dominando y que estuvo a punto de escapársele de las manos por el gran juego del veterano estadounidense.
Cuando llegó el momento, como en su cruce contra Billy Horschel en la primera fase o contra Paul Casey en cuartos de final, tanto en la tarde-noche del sábado como en su reanudación a primera hora del domingo, McIlroy pisó el acelerador y resolvió. El número uno del mundo no necesita reivindicaciones, pero tuvo claro en todo momento que los triunfos dependían de su acierto, no del fallo de los rivales. Y se aferró al torneo cuando la voluntad de otros habría flaqueado, como en el tiro desde el tee en el hoyo 17 en su partido contra Furyk, un par tres peliagudo en el que lanzó un misil teledirigido para dejar la bola a menos de un metro de la bandera. Y para colmo, luego llegaba el impresionante eagle para zanjar el enfrentamiento, una puñalada que el siempre deportivo Furyk encajó con una sonrisa.
La exhibición en el último tramo y su condición de ocupante del trono mundial le sitúa como favorito en la final, pero en ella se encontrará al rocoso e impenetrable Gary Woodland, un estadounidense caracterizado por su contundencia desde el tee y su gran acierto en los greens que se desembarazó con cierta claridad del joven inglés Danny Willett, pese a que este comenzó dominando el partido.
Woodland logró neutralizar la escapada inicial del inglés y encadenó tres birdies consecutivos a partir del hoyo 5 para igualar el marcador, y luego le bastó con marcar a su rival y aprovechar las ocasiones que se fue procurando para decantar el torneo en el hoyo 16.
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