Comienza hoy en Texas el Shell Houston Open, torneo que lleva ejerciendo desde 2007 de prólogo del Masters de Augusta y última oportunidad para aquellos que aún no se han agenciado una plaza para luchar por la chaqueta verde.
El “tournament course” del Redstone Golf Club sera por séptima vez sede de esta prueba, un parkland de más de 6700 metros y par 72 que discurre entre robles y pinos, dificultades naturales que suman a la densidad de un rough que suele hacer mella en las tarjetas de los menos precisos desde el tee.
Aun así, Phil Mickelson no tuvo excesivos problemas para alcanzar la veintena de golpes bajo par en la edición de 2011 y así imponerse convincentemente a sus compatriotas Chris Kirk y Scott Verplank, una victoria que apuntaba a triunfo en Augusta y que, en realidad, sirvió de epitafio y de punto final a un año que acabó siendo muy discreto. Este año, sin embargo, el eterno favorito al Masters (junto a Tiger Woods) llega con los deberes hechos y con una victoria en el morral (su gran triunfo en el AT&T Pebble Beach National Pro-Am), aunque en las últimas semanas su desaparición ha coincidido con el resurgimiento de Tiger y parece que ambos se encuentran en rumbo de colisión ineludible, un choque que se producirá en Augusta.
Además, se da la circunstancia que Mickelson es el último jugador que ha ganado en la semana previa al Masters (lo hizo en el BellSouth Classic de 2006), pero esa estadística choca con la de Tiger Woods, que ha vencido en dos ocasiones en el Arnold Palmer Invitational (como este año) antes de vestir la chaqueta verde de Augusta.
Además de Mickelson, en el plantel del torneo abundan los nombres notables, como los de tres de los cuatro ganadores de majors del año pasado (Charl Schwartzel, Darren Clarke y Keegan Bradley), otros dos vencedores en el Masters (Ángel Cabrera y Fred Couples), una potente escuadra estadounidense encabezada por Steve Stricker y Hunter Mahan (con grandes resultados en Redstone) y Anthony Kim, campeón en 2010. Además, en el contingente internacional destaca la presencia de Ernie Els, que quiere quemar su último cartucho en Houston después de rozar el Masters en Bay Hill y Copperhead, y que podría faltar en Augusta por primera vez en 19 años si no logra el triunfo en Houston
Precisamente en defensa de Els saltó en la rueda de prensa de ayer el norirlandés Graeme McDowell, segundo la semana pasada en Bay Hill, que no termina de entender cómo los mandamases de Augusta no giran una invitación al sudafricano. Junto a McDowell, defendiendo el pabellón europeo también encontramos a Lee Westwood, número 3 del mundo, Padraig Harrington, que sigue buscando su camino, y Paul Casey, campeón del torneo en 2008 y necesitado de un revulsivo que le meta en la carrera por la Ryder.
Por desgracia, el torneo no cuenta con presencia española ya que Sergio García ha decidido darse un respiro esta semana y entrenar, y José María Olazábal, inicialmente inscrito, se retiró para facilitar la recuperación de la lesión en el pie que le obligó a ausentarse del Open de Andalucía.
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