A estas alturas Miguel Ángel Jiménez no tiene que demostrar nada a nadie. Con 25 años, 600 torneos y 19 títulos a sus espaldas en el European Tour, el jugador de Churriana sigue demostrando que el pundonor es tan importante como la clase (aunque él va sobrado de ambos ingredientes) para seguir peleando en la élite del golf español, y que haya conseguido destacar en una semana plena de emociones como la pasada, recién salido de una gravísima lesión, da fe de las ganas que aún tiene de comerse el mundo a sus 49 años.
«Estoy enormemente agradecido por todo lo que me ha dado el golf, el deporte que se ha convertido en mi pasión y en mi vida. Llevo 25 años extraordinarios compitiendo y dando vueltas por el mundo, cuando me paro a pensar, no me lo puedo creer. Han sido muchas experiencias increíbles e inolvidables y he disfrutado de cada minuto», explicaba un Jiménez al borde de las lágrimas después de recibir el cariño unánime de sus compañeros en el homenaje que le brindaron durante el BMW PGA Championship.
A continuación, y ya con los «trastos de matar» en la mano, Jiménez fue de más a menos hasta acabar en la cuarta posición como mejor español junto a Alejandro Cañizares en su primera cita después de reaparecer en un Open de España al que acudió a probarse pero aún con la lesión «tierna». Y todo esto ante la plana mayor del golf europeo, en un Wentworth que tumbó a gran parte del equipo europeo que se impuso en la última Ryder Cup.
Y su gran rendimiento en el buque insignia del European Tour le ha permitido ascender hasta la septuagésimo quinta posición del ranking mundial y asomarse a un top 60 que le permitiría jugar el US Open de Merion, un major que tiene metido entre ceja y ceja. Por eso apurará sus opciones en el Nordea Masters esta semana y acudirá al Lyoness Open austriaco con intención de meterse entre los sesenta mejores del mundo antes del 10 de junio, fecha tope para acceder a este «grande» a través del ranking mundial.
De momento, solo José María Olazábal (después de su espectacular clasificación en la previa de Walton Heath), Sergio García y Gonzalo Fernández-Castaño tienen asegurada su plaza en Merion. Sin duda, el regreso de Jiménez a este major sería una de los titulares de esta primera mitad de temporada escasa de alegrías para el golf español masculino.
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