Una vez más, con todo en contra, Miguel Ángel Jiménez se empeña en desmentir pronósticos e ideas preconcebidas y ha vuelto a ser el mejor español en un major que, a priori, no se amoldaba a sus características. Su última vuelta en Kiawah Island, un nuevo ejemplo de pundonor no exento de calidad que lo llevó hasta una meritoria vigésimo séptima plaza.
El llamado “Mecánico” u “hombre más interesante del mundo” (por la personaje publicitario de la cerveza Dos Equis) enardeció al público estadounidense embocando chips en los hoyos 3 y 8, y consiguió levantar dos duros dobles bogeys para acabar por debajo del par del campo gracias a su notable sprint final culminado con un gran birdie en el difícil par 3 del hoyo 17.
Jiménez y Gonzalo Fernández-Castaño (sexagésimo segundo, después de un comienzo fulgurante en el que se colocó segundo al finalizar la primera vuelta) salvaron el honor de una armada española maltratada por el recorrido oceánico de Kiawah Island. De hecho, pocas horas después de finalizar el torneo ya empiezan a dejarse notar sus secuelas.
Para empezar, la heroica actuación en la última vuelta de Ian Poulter deja fuera del equipo de la Ryder a Sergio García, que necesitaría quedar entre los tres primeros en el Wyndham Championship de la semana que viene para recuperar ese puesto, aunque luego tanto García como Poulter tendrían la opción de verse las caras en la última cita, el Johnnie Walker Championship en Gleneagles (a priori, ambos estarán en el primero de los playoffs de la FedEx Cup, The Barclays).
Por otro lado, Álvaro Quirós ha decidido tomarse un descanso de ocho semanas (que seguramente termine la segunda semana de octubre en el Portugal Masters, torneo que ganó en 2008) para buscar un rumbo que perdió hace tiempo. Desde la décima plaza que logró en el BMW PGA Championship, Quirós lleva fallados cinco cortes, y solo en el Bridgestone Invitational (torneo sin corte) jugó el fin de semana y acabó en la cuadragésimo tercera plaza. Quirós es el jugador del top 50 que menos puntos del ranking mundial ha logrado este año (poco más de 26… por 39 de Simon Dyson, el segundo peor dentro de los 50 mejores del mundo) y ha decidido parar para hacer examen de conciencia, entrenar y librarse de los negros nubarrones que ahora mismo lo tienen atenazado cuando pisa verde.
Curiosamente, la baja de Quirós beneficia indirectamente a Lee Westwood, otro que está sufriendo la dura resaca del PGA Championship y que ha decidido prescindir de los servicios de Pete Cowen, su entrenador, y de Michael Waite, el caddie que estaba sustituyendo al lesionado Billy Foster. Westwood ha llegado a un acuerdo con Mike Kerr, caddie esta temporada de Quirós (y que también estuvo con Jiménez hace unas temporadas) para que le lleve la bolsa durante las próximas siete semanas, con lo que el zimbabuense acompañará al jugador inglés en la próxima Ryder de Medinah.
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