Zona Pro
Nueve birdies que saben a gloria
Carlos Palomo | 01 de junio de 2015
Mejor vuelta del día, mayor remontada en la clasificación y primer 63 en su carrera en el PGA Tour. El AT&T Byron Nelson podrá ser recordado al final de la temporada como el punto de inflexión del 2015 para Gonzalo Fernández-Castaño. Con todavía mucho trabajo por hacer, su decimosexto puesto en el TPC Four Seasons hace que el español firme su mejor final en el circuito americano desde el pasado agosto. Un esperanzador comienzo para las siete semanas consecutivas que el jugador tiene por delante.
Apenas 24 horas después de estar luchando agónicamente por pasar el corte, el madrileño llegaba por cuarto día al recorrido texano con mucho que ganar y poco que perder. Tan solo era su quinto domingo del 2015. Pero éste sería un domingo diferente y no solo porque saliera por el tee del 10. Tres birdies en los siete primeros hoyos, dos de ellos de manera consecutiva. En su búsqueda del hat-trick, llegaba la primera prueba de fuego cuando su bola se iba al obstáculo de agua en el 17: un buen bogey y prueba superada con el mínimo daño posible.
Pero realmente fue tras completar los nueve primeros con ese parcial de -2 cuando comenzaba lo bueno. «Qué deporte de locos», debió pensar Fernández-Castaño cuando firmó cinco birdies en el tramo del 1 al 7. Y tanto. Cuando mejor estaba jugando, llegaba el peor fallo de la semana en forma de doble bogey tras irse al bunker de calle desde el tee, no coger green y tripatear. De -7 en el día a -5 de un plumazo y lo que era más peligroso: la posible sensación de que una buena semana no lo había sido tanto por un error en el tiempo de descuento.
Solo había una manera de que endulzar ese amargor y era con birdie en el último hoyo. Un birdie, el noveno del día, que le posibilitó hacer su vuelta más baja en el PGA Tour por tres golpes de diferencia respecto a la anterior. ¿Una señal que puede marcar el antes y después en este 2015? Solo Fernández-Castaño tiene la respuesta, pero salir del AT&T Byron Nelson con un cheque (106.000 dólares) que dobla las ganancias conseguidas en los dieciocho torneos anteriores de la presente temporada es algo que invita al optimismo.
Tampoco se le dio mal el torneo al australiano Steven Bowditch. Dos victorias ya en el circuito y las dos en Texas, su estado de residencia desde hace unos cuantos años desde que conoció aquí a la que es ahora su mujer. Tras el pertinente noviazgo, la boda se celebró en el TPC Four Seasons hace tres años y medio.
Después de firmar un contundente 64 final que hizo imposibles los intentos de sus rivales en los últimos dos tercios del recorrido, Bowditch demostró que tras esas cejas pobladas que presiden su rostro, hay un doble ganador con su corazoncito. “Es una sensación un poco surrealista. Hacerme las fotos en el green del 18 hoy ha sido lo segundo mejor que me ha pasado en este green».
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